Releer a Blumenberg

Carolina Bruna Castro

brunasoren@gmail.com

Instituto de Filosofía–Universidad Austral de Chile, Chile.

Reseña de Ricardo Laleff Ilieff y Gonzalo Ricci Cernadas (dirs.). Hans Blumenberg, pensador político. Lecturas a cien años de su nacimiento. Buenos Aires, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales/Instituto de Investigaciones Gino Germani, 2021, 305 pp.



No es la primera vez que comienzo un comentario a una obra colectiva aludiendo la dificultad que entraña dar unidad coherente a todos los artículos que en ella se compilan. El volumen que presento es fruto del proyecto de investigación “Interpretaciones teórico-políticas sobre la secularización. Los aportes de Hans Blumenberg y Karl Löwith y el retorno del pensamiento antiguo como fundamento de una crítica política moderna” (PRII R18-243). Además del contexto, que da un grupo de investigación a una obra colectiva, los editores diseñan esta unidad en tres secciones, la primera sección: Modernidad y secularización, una segunda: Mito, metáfora, inconceptualidad y una tercera: Intervenciones contemporáneas. Estos títulos son formas de contextualizar a Blumenberg como pensador político y —a mi juicio— más que ello lo contextualizan como un autor cumbre de la antropología filosófica, como filósofo de la historia e incluso de la epistemología de las ciencias sociales y humanidades, evidentemente el trasfondo de ambas categorías siempre será político. En ese sentido se podría decir que la mayoría de las personas que aportan al volumen se toman de las expresiones y sentencias más conocidas de Carl Schmitt, teología política, el concepto de lo político y la crítica a la modernidad. Y si bien es un autor relevante tanto en lo que respecta a la secularización, como al problema del mito—respecto de ello, pensamos en lecturas contemporáneas como las de Chiara Boticci—este autor no está presente en la mayoría de los textos compilados. Misma cosa pasa con Hobbes que está referido escasamente en los textos compilados y que tiene relevancia a la hora de pensar la visión que Blumenberg elabora de la teología política e incluso directamente del Estado. Respecto de este tema y el intercambio epistolar entre Schmitt y Blumenberg se refiere la contribución de Franco Castorina que, entre todas, posiblemente es aquella que aborda de manera más directa a Blumenberg como pensador político. Quiero insistir que todos los textos compilados tienen ese trasfondo de Blumenberg como pensador político, pero solo algunas excepciones como la nombrada lo abordan directamente como tal. Creo que esto es relevante de mencionar porque el libro es a todas luces una contribución a la reflexión sobre Blumenberg en castellano, pero creo que lo termina posicionando mucho más en los otros ámbitos mencionados, antropología filosófica, filosofía de la historia o epistemología de las ciencias sociales y humanidades. Incluso creo que posiciona de buena manera la modernidad, de modo tal que muestra su relevancia para comprendernos hoy en día y salir de cierto prejuicio y cerrazón de las teorías postmodernas, por la relación que se puede establecer con autores que tributan a la post modernidad y post estructuralismo francés como Laclau o Lacan que se encuentran entre algunas referencias en los textos compilados.

Considerando lo antes dicho, es importante destacar que en el volumen que presento, tampoco se encuentra referencia al texto “El concepto de realidad y la teoría del Estado”, publicado originalmente en 1968.1 Texto en el cual Blumenberg no solo refiere subrepticiamente a la política sino que, vuelve explícitamente sobre relevancia de lo absoluto y Hobbes para pensar el Estado, los esfuerzos por alcanzar la paz, la Utopía de Tomás Moro y a Maquiavelo. Además de ello en dicho ensayo se posiciona como un pensador político de su tiempo expresamente se refiere a un hecho contingente como es la Guerra Fría. Personalmente creo que no es necesario aludir a todos los textos de un autor para poder escribir un volumen sobre su trasfondo político, de hecho, el ensayo de Castorina lo hace directamente y sin aludir a este texto que menciono. No obstante lo anterior, en este caso creo que este ensayo en el que alude explícitamente al Estado, tiene el valor de mostrar con bastante solvencia el hilo conductor que hay entre lo político y lo antropológico y no hubiese estado de más considerar algún otro aporte que aludiera directamente al concepto político por excelencia, el Estado.

El trasfondo político de la antropología filosófica aparece de manera explícita en el texto de Yamil Celasco y también en el de Ricardo Laleff Ilieff, aun cuando los objetivos de ambos textos En la contribución de Laleff Ilieff se destaca la precariedad de las articulaciones sociales y su trasfondo político, aludiendo a Lacan y la psicología, destacando la relación de Blumenberg con Husserl y la fenomenología, un espacio en el que no podemos arrancar del absolutismo de lo humano. El de Celasco concluye problematizando con Laleff Ilieff relevando una vuelta a la antropología pero esta vez mostrando ciertos puntos de contacto con el pensamiento de Ernesto Laclau. En ese sentido, es un libro que invita a conversar sobre los aspectos metodológicos y alegóricos del trasfondo de la historia o las ciencias sociales en general, pero enfáticamente la antropología.

Respecto del problema de la secularización quiero destacar la contribución de Miranda Bonfil, texto que es un buen tránsito al mito y actúa como bisagra entre dos secciones, ya que a la historia y al mito de Prometeo que, en sus palabras, “funge como relato alegórico que, además de permitir al hanseático valorar los cambios y continuidades en los procesos históricos, explica el funcionamiento intrínseco del mito.” (p. 101) La autora enfatiza con su trabajo el espacio de conflicto entre el pasado y el presente, en el contexto de la cual la tradición está presente en la creatividad humana, cuestión que enfatiza lo político sobre la neutralidad de la tecnocracia. En ese sentido, el volumen también muestra lo político en el trasfondo del campo del conocimiento científico o el hacer investigativo, por ese lado se puede destacar la segunda parte del libro y, dentro de ella, por mencionar algunos trabajos que van por el lado de la técnica, el problema de la verdad y la realidad, quiero mencionar algunos más explícitos como Gonzalo Manzullo “secularización y modernidad en la obra de Blumenberg: técnica y realidad” o el de Ricardo Tomás Ferreyra “Reinhart Koselleck y Hans Blumenberg ante la Begriffsgeschichte. Historicidad exemplum y pretensiones de verdad”. Más puntualmente en diálogo con la ciencia y la investigación lo abordan entre otros Fernando Breseñak “Blumenberg y la ciencia moderna: una lectura para el siglo XXI” o de Alberto Fragio “Caballos de Troya en metáforas: el caso de la economía ecológica y la política ambiental” texto en el cual el autor analiza metáforas del campo de la biología, antropología y economía.

Quiero destacar, además, que es un volumen de jóvenes investigadores, salvo algunas contribuciones de personas con más trayectoria lo que aporta con diferentes miradas. También por el carácter de los textos hay una buena introducción a Blumenberg antecedida por un texto de Elías Palti que entrega antecedentes y contexto al problema de la temporalidad histórica, al problema del mito y a la tensión razón y técnica para decirlo sucintamente.


1 Ver Hans Blumenberg. “The Concept of Reality and the Concept of State”, en Hannes Bajohr, Florian Fuchs y Joe Paul Kroll (eds.): History, Metaphors, Fables: A Hans Blumenberg Reader. Ithaca, Cornell University Press, 2020, pp. 83–116. La primera traducción al castellano de este texto aparecerá en el Nº 14 de Conceptos históricos.