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Meteorologistas e profetas da chuva


Conhecimentos, práticas e políticas da atmosfera


Renzo Taddei
São Paulo, Terceiro Nome 2017, 240 pp.


por María Inés Carabajal

Instituto de Ciencias Antropológicas, Facultad de Filosofía y Letras
(ICA, FFyL UBA) – CONICET
orcid.org/0000-0002-2956-0314
mic
arabajal@gmail.com


Cómo citar esta reseña: Meteorologistas e profetas da chuva. Conhecimentos, práticas e políticas da atmosfera de Renzo Taddei. María Inés Carabajal, Etnografías Contemporáneas, 7 (13), pp. 306-309.


Desde hace algunos años, el cambio climático se ha convertido en el símbolo y el síntoma de nuestra época actual, que algunos científicos han propuesto llamar Antropoceno. El clima, su cambio y variabilidad, conforma un elemento central de los campos sociales y políticos a escala local y global. Construir conocimiento sobre el clima y el mundo tiene múltiples aristas, epistemológicas, ontológicas e involucra configuraciones sociales, culturales, políticas y religiosas. Nuestro entendimiento y relación con la atmósfera está mediada por la narrativa científica. La meteorología a través de modelos matemáticos, ecuaciones y herramientas computacionales representa al clima como una abstracción, compuesto por elementos químicos, carente de vida e intencionalidad. El discurso científico es presentado por los medios de comunicación masivos como la única narrativa, lo que afecta nuestras percepciones sobre el clima, cómo imaginamos la atmósfera y cómo decidimos vivir en ella disociada de nuestra existencia. Sin embargo, esta es una mirada, una interpretación de la atmósfera y del (los) mundo(s). Hay poblaciones que entienden y experimentan la naturaleza de manera distinta, como agente y producto de intercambios de sujetos, tanto humanos y no humanos. Mediante perspectivas relacionales, se considera que los fenómenos del universo tienen agencia y subjetividad y por lo tanto es necesario construir relaciones de cuidado y alianzas entre humanos y no humanos para mantener el buen funcionamiento y equilibrio del mundo. Considerar seriamente estas perspectivas en el Antropoceno, ya sea como ejemplos o herramientas conceptuales y analíticas, se torna crucial para reflexionar sobre el lugar de los seres humanos en el mundo y transformar las relaciones hacia otras nuevas prácticas, representaciones éticas, políticas y ontológicas.

La obra del antropólogo Renzo Taddei aborda estas cuestiones al instalar grandes interrogantes: ¿Quién tiene autoridad para hablar del clima, la atmósfera, la naturaleza y la realidad del mundo? ¿Cómo se imbrica el conocimiento científico, el “tradicional” y la dimensión política en las diversas formas de representar y darle sentido al clima? ¿De qué manera las sociedades lidian con los altos niveles de incerteza e indeterminación del futuro a través de las previsiones climáticas? Las diversas formas de componer y darle sentido al clima, la atmósfera y su construcción social y política es uno de los temas centrales de este libro que presentamos. Meteorologistas e profetas da chuva es un compendio de diez capítulos que reúne investigaciones etnográficas que realizó el autor en la región semiárida del nordeste brasilero llamada el Sertón. El libro está dividido en dos partes –fuerza y flujo– y cada una comprende cinco capítulos que dan cuenta de la centralidad del clima y la atmósfera para las poblaciones locales y retrata analíticamente las diversas formas de vida social y política del clima y las previsiones climáticas.

La primera parte tiene su eje central en la seca y su construcción social. Muestra las relaciones de poder y las disputas de autoridad por la previsión del futuro, conflictos que involucran a meteorólogos, “profetas de lluvia”, y al Estado. Las previsiones son prácticas que los seres humanos realizan para imaginar y organizar no solo el futuro sino también el presente. A través de ellas podemos anticiparnos y lidiar con la incertidumbre de los fenómenos climáticos, como también representar formas estables de la atmósfera y el ambiente. En este sentido, el autor destaca el carácter performativo de los pronósticos ya que una vez diseminados pertenecen al mundo, son resignificados e interpretados de múltiples formas que es imposible de controlar, de aquí su carácter altamente politizado.

Renzo Taddei realizó su trabajo de campo en el Sertón, una de las regiones semiáridas más pobres de Brasil marcada por la sequía, tanto en su organización social y política, como en la identidad del lugar. En sus análisis, Taddei siguió la trayectoria de las previsiones climáticas, las realizadas por las ciencias del clima y los profetas de lluvia. Los profetas son líderes comunitarios, personas con capacidad para observar y experimentar la naturaleza, sentir e interpretar sus señales. A partir de la observación, la experiencia y el conocimiento rural construyen sus previsiones que son diseminadas a las comunidades locales. Para lidiar con la seca, el Estado utiliza el conocimiento científico y el tradicional de manera indistinta y conveniente a sus propios intereses de activar (o no) la maquinaria estatal para enfrentar la sequía. De esta forma, la distribución de recursos por parte del Estado, las relaciones de poder y las estrategias de las poblaciones locales para lidiar con la crisis de falta de agua, nos muestran que la seca lejos de ser un desastre natural, es un desastre político que visibiliza las desigualdades sociales, étnicas, de clase y raza.

En la segunda parte del libro, “flujo”, el autor, nos invita a reflexionar desde otra perspectiva, “no desde la mente y la razón, sino desde el cuerpo”, los sentidos, desde la “visceralidad de nuestra existencia”. La crisis climática que atravesamos en la actualidad difumina las certezas y nos invita a pensar otras formas de entender y plantear los problemas del Antropoceno. A través del relato y el análisis de otras formas de vivir y sentir la naturaleza, Taddei nos conecta con la corporalidad del mundo, con las dimensiones sensibles, donde la experiencia de la naturaleza se da a través de flujos energéticos, producto de la relación entre los cuerpos y la materia.

A través de los cinco capítulos, el autor sostiene que la narrativa científica es una lente a través de la cual componemos el mundo, una forma de entender y producir conocimiento, una ontología entre otras. El conocimiento científico describe y representa al clima como una realidad abstracta disociada de los contextos locales. En este sentido, nuestras percepciones sobre la naturaleza se asientan sobre esta narrativa hegemónica, que afecta cómo se distribuyen las culpas y se asumen las responsabilidades de la crisis ecológica y climática. Entonces, el autor se pregunta: ¿qué otros modos de experimentar la vida podemos (re) imaginar para transformar nuestra existencia en la entrada al Antropoceno?

Mediante su trabajo de campo en el Sertón, Taddei nos brinda ejemplos de otras formas de experimentar el clima y vivir la atmósfera. Incluso, destaca la dimensión corporal de la etnografía, como forma de transformación de las prácticas de investigación y de los propios sujetos y su repertorio conceptual. Asimismo, el autor reivindica a los profetas de lluvia y su corporalidad en la producción de conocimiento sobre el mundo. A través de la experiencia y la mimetización, los sertanejos experimentan el ambiente a través de flujos y movimientos. Pensar las bases de nuevas conexiones con el mundo requerirá poner en el centro de la escena la visceralidad de la vida y la existencia.

El último capítulo del libro presenta diversas experiencias de “manipulación de la atmósfera”. Por un lado, discute sobre la geoingeniería, como solución tecnológica para transformar el clima frente a las grandes dificultades de abordarlo desde los ámbitos políticos y sociales. Por otro lado, narra dos experiencias “no modernas” de comprensión del mundo y la atmósfera. La primera es la de las sociedades amerindias, con el libro: La caída del cielo de Kopenawa y Bruce Albert. La perspectiva amerindia entiende al mundo como una red de relaciones basadas en políticas éticas y morales. Como nos relata Taddei de kopenawa, el trabajo de los chamanes y los espíritus asociados es fundamental para el mantenimiento del cielo sino fuera por la actividad de los chamanes la devastación del mundo ya sería efectiva. La segunda experiencia que nos trae el autor es la de la Fundación Cacique Cobra Coral (FCCC), una entidad espiritual que controla y modifica las condiciones atmosféricas con la asistencia de meteorólogos profesionales, de esta forma nos muestra la coexistencia y articulación de mundo(s) distinto(s). A partir de estas experiencias el autor se pregunta si es posible afirmar la (im)posibilidad de que algo suceda o exista en el mundo porque este fuera de nuestro alcance perceptivo o fuera del repertorio conceptual basado en la ciencia positivista.

Consideramos que la lectura de este libro es indispensable para aquellas personas interesadas en los debates actuales sobre el tiempo y el clima en el Antropoceno. Las ideas de complejidad e incertidumbre se encuentran en la base de la comprensión del clima y el cambio climático y en la imbricación de la ciencia, la política y la sociedad. Las historias que contamos del cambio climático, del tiempo y el clima en el Antropoceno, configuran nuestras percepciones y crean mundos, de esta forma, las narrativas que usemos para representar y definir esta época son cruciales para crear e imaginar futuros distintos.