¿Reserva, puerto o ría?

Conflicto socioambiental en el estuario de Bahía Blanca, Argentina

Por María Belén Noceti1

Introducción

Desde la constitución paradigmática de lo que llamamos modernidad, la relación naturaleza-cultura se ha presentado de forma dicotómica en el ámbito científico; probablemente como estrategia de legitimación de prácticas objetivantes y extractivistas2 de tratamiento de la naturaleza (Svampa, 2012; Giarracca y Teubal, 2013). A nivel académico, tal bipolaridad se ha visto superada con los avances desarrollados dentro de las ciencias sociales de la mano de pensadores como Philippe Descola y Gisli Pálsson (2001), Tim Ingold (1998, 2001), Roy Ellen (2001) y Bruno Latour (2004) entre otros. Estos autores proponen abandonar esta dicotomía entre naturaleza y cultura, y reorientar el foco de análisis al continuum naturaleza/organización sociocultural. La naturaleza no es un simple escenario donde los actores sociales despliegan sus actividades de supervivencia, sino que constituye un recurso cultural y social en el devenir conflictivo de la reproducción social. En este sentido, la naturaleza adquiere la forma de plusvalor (Carman, 2011) en el diseño y ejecución de acciones políticas orientadas a la conformación y organización del hábitat. En este sentido, se despliega un cúmulo de prácticas que legitiman procesos de segmentación y fragmentación social al interior de las ciudades (Santos, 1996). Dichos procesos ponen de manifiesto el rol de la naturaleza cual recurso no sólo cultural, sino social, en la medida que coadyuva a organizar formas de habitar el espacio urbano y denota formas de habitar el espacio social. Estas formas de habitar se definen en constantes disputas y pueden ser aprehendidas bajo la categoría de conflictos socioambientales (Wagner, 2016; Martínez Alier, 2005 y Leff, 1986). Conflictos donde los actores luchan por el acceso y control de territorios y recursos naturales a los que se les refiere intereses y valores divergentes en escenarios con fuertes asimetrías políticas. En dichos conflictos se dirimen además, significados y sentidos que adquieren las nociones de progreso y desarrollo y, de manera más general la de democracia. En ocasiones, las formas en que el Estado decide respecto de la organización y explotación de los espacios es imperativa, se impone sin el consenso de las poblaciones, designando territorios sacrificables o socialmente vaciables (Sack, 1986), situación que favorece procesos de fragmentación social. Esta fragmentación ocasiona, por un lado la restricción y paulatina exclusión de ciertos sectores sociales del acceso y la disponibilidad de los recursos naturales (Latour, 2004), y por otro lado genera desigualdad en la distribución de beneficios y externalidades de determinadas actividades productivas (Merlinsky, 2013; Girado, 2012). Estas desigualdades suelen provocar una espiral de violencia, criminalización y represión de las resistencias (Svampa, 2012).

La antropología en tanto ciencia que estudia procesos de alteridad, provee de herramientas teóricas útiles a la comprensión de este tipo de conflictos. Específicamente, la etnografía posibilita observar las formas en que los colectivos humanos se construyen intersubjetivamente en el contexto de sus luchas. Asimismo, y en la medida que el abordaje etnográfico constituye una aproximación situacional, precisa de complementarse con análisis sociohistóricos que posibiliten comprender el devenir de los conflictos socioambientales en coordenadas diacrónicas.

El siguiente artículo presenta resultados de una investigación etnográfica3 respecto de un conflicto socioambiental visibilizado a nivel agenda pública desde el año 2009,4 en el estuario de Bahía Blanca (Provincia de Buenos Aires Argentina). Dicho conflicto reúne distintos colectivos humanos quienes se enfrentan por la apropiación del estuario sobre la base de diferentes y contradictorias valoraciones y prácticas en torno al uso del medio ambiente. Tales contradicciones serán abordadas desde la caracterización de las interacciones entre humanos, humanos y-no humanos-, y humanos y medio físico; mediante la operacionalización de la categoría schematas de praxis (Descola, 2001). Estas schematas resultan ser sistemas de identificación, relación/alteridad, y clasificación/toponimia, mediante los cuales estos colectivos definen coordenadas cognitivas; éticas y valorativas con las que interpretan el mundo que habitan y accionan según las mismas. Estas schematas coadyuvan a formar procesos de topofilia (Yory, 2013), entendidos como formas en que los sujetos se constituyen en el territorio a través de sus vivencias. La topofilia supone referenciar la propia identidad y la afectividad en estrecha relación con el medio natural. Por lo tanto agredir al espacio o impedir que el sujeto lo vivencie constituye una agresión al Ser (Noceti, 2015), de allí la violencia con la que se vive y se responde ante los mecanismos de enajenación al ámbito espacial.

A través del abordaje etnográfico se han identificado 3 colectivos humanos en conflictiva interrelación: los pescadores artesanales, los funcionarios del Consorcio de Gestión de Puertos de Bahía Blanca (CGPBB) y los conservacionistas. Se postula que por cada uno de estos actores es posible diferenciar un tipo de schemata de praxis: el estuario- ría, el estuario-puerto y el estuario- reserva. Dichas schematas se legitiman con discursos que manifiestan actitudes disímiles hacia el medio socioambiental, las mismas son referidas bajo las categorías actitudinales de rapacidad, paternalismo y comunalismo, siguiendo a Pálsson (2001:85,88, 91). Estas schematas conviven conflictivamente intentando imponerse unas sobre otras, en un escenario de amplia asimetría política en favor de los funcionarios del CGPBB y en detrimento de sectores populares como los pescadores artesanales, verificándose procesos de fragmentación y segmentación socioespacial, alienación y enajenación de espacios productivos y con fuerte topofilia para este último colectivo.

La presentación se organiza de la siguiente manera. Inicialmente se hará referencia a la metodología desarrollada durante la investigación, luego se contextualizará espacial e históricamente el conflicto socioambiental. A continuación se caracterizará cada schemata de praxis. Dicha caracterización contemplará tanto aspectos históricos como relacionales entre humanos y no humanos con el fin de describir procesos de alteridad en el devenir conflictivo. Finalmente se presentarán algunas reflexiones respecto de las formas en que este conflicto ha puesto en evidencia y ha profundizado procesos de de segmentación y fragmentación social utilizando argumentos científicos, ya sea en relación a la producción y al desarrollo, ya sea en nombre de la defensa del medio ambiente.

Metodología

El trabajo de campo etnográfico fue realizado en dos períodos. Durante 6 meses de marzo - agosto del 2014, y luego durante 12 meses, marzo 2015 a marzo 2016. Fueron entrevistados pescadores artesanales, funcionarios del CGPBB, guardaparques y directivos de la Reserva Natural Provincial Bahía Blanca, Bahía Falsa, Bahia Verde (BBBFBV) e integrantes de ONG ambientalistas, en total 23 entrevistas semi estructuradas. Estas entrevistas trataron sobre historias y anécdotas en derredor al estuario, actividades cotidianas en este espacio y disputas entre los diferentes actores (formas en que cada colectivo observa al otro y construye el conflicto por el uso del estuario). Se observaron sistemáticamente jornadas de pesca artesanal, de dragado, balizamiento de canal principal, de reconocimiento del sendero costero, y de patrullaje por zonas de veda y rescate de fauna marina. Durante el año 2015, fue posible realizar 3 navegaciones de jornada completa (12 horas) en el estuario, una en barcas de pescadores artesanales, otra en barco de Prefectura Naval Argentina, y otra a bordo del Buque Punta Alta de la Armada Argentina.5 Asimismo se complementó la información etnográfica con información proveniente de medios de comunicación local, Diario La Nueva Provincia y Diario Ecodías, Programa de TV Bitácora del Puerto de Bahía Blanca, y con páginas web de ONG ambientalistas locales tales como Alerta Bahía Blanca, Fundación para la recuperación de animales marinos (FRAAM), ONG Tellus, y página oficial del CGPBB. Fue necesario recurrir a contextualizaciones históricas, y para ello se utilizaron fuentes de segunda mano, a los fines de comprender los procesos de constitución del estuario desde la fundación de la ciudad de Bahía Blanca en 1828. La consideración además de los hechos históricos resulta relevante para dar cuenta de la profundidad temporal y el arraigo de los procesos de topofilia presentes en la población local generados en relación al territorio, los cuales contribuyen a la conformación identitaria en relación al nexo con el ambiente marino-costero, lo que algunos autores han dado en llamar maritimidad. Concepto que remite al conjunto de saberes, prácticas, producciones materiales y simbólicas que ciertas comunidades desarrollan en relación a su referencia identitaria con el ámbito marítimo-costero (Peron y Rieucau 1996).

El estuario en contexto

El estuario de Bahía Blanca se encuentra a 700 km de la ciudad de Buenos Aires en dirección sudoeste dentro de la provincia de Buenos Aires. Comprende localidades costeras ubicadas en los partidos de Bahía Blanca (Ingeniero White y General Daniel Cerri), Coronel Rosales (Villa del Mar, Base Aeronaval Puerto Belgrano, y Punta Alta) y costas correspondientes al partido de Villarino (Médanos y Mayor Buratovich).6

Mapa 1. Fuente Mujica
            (2015)

Mapa 1. Fuente Mujica (2015)

A nivel geográfico, el área costera del estuario es un espacio de transición entre ambiente de pastizal y costa marítima con gran diversidad de flora y fauna. Se puede mencionar algunas especies características tales como: cangrejos cavadores (Neohelicegranulata sp.), condrictios diversos, delfín franciscana (Pontoporiablainvillei sp.), tres tipos de tortugas marinas (Dermochelysricoracea sp., Carettacaretta sp. y Chelonyamidas sp.), lobos marinos (Otariaflavescens sp.). Gran variedad de aves entre ellas, gaviota cangrejera (Larusatlanticus sp). gaviota cocinera (Larus dominicanus), garza (Egrettaalva sp.) ostreros (Haematopuspalliates sp.) y flamenco austral (Phoenicopteruschilensis sp.) Ecológicamente este sector se denomina humedal es un espacio contenedor de agua y nutrientes, y filtrador natural de contaminantes. (Cervillini y Angeletti, 2016). Dada la importancia ecológica del territorio, en el año 1998 por Ley Provincial Nº 12101 se declaró el lugar Reserva Natural de Usos Múltiples, bajo el nombre de BBBFBV. Esta reserva alcanza 210.000 hectáreas al sur del canal principal de acceso a puertos.7

Mapa 2. Fuente: Mapa modificado
            sobre original de Melo, Piccolo y Perillo (2008)

Mapa 2. Fuente: Mapa modificado sobre original de Melo, Piccolo y Perillo (2008)

El área portuaria del estuario de Bahía Blanca comprende en la actualidad un conjunto de instalaciones diseminadas a lo largo de 25 kilómetros sobre la costa norte del estuario. Se encuentran instalaciones correspondientes a cinco puertos: Puerto Comercial Coronel Rosales, Puerto de la base naval General Manuel Belgrano, Puerto de Ingeniero White, Puerto Manuel Galván y Puerto Cuatreros;8 este último no se encuentra en funcionamiento. De los 4 puertos en actividad, 3 se encuentran bajo la órbita del CGPBB.9 Este organismo fue creado en el año 1993, por Ley 11. 414, por la cual se traspasó de jurisdicción nacional a provincial el control de ciertos puertos en el contexto de desarrollo de políticas neoliberales. Es responsabilidad del CGPBB el mantenimiento del dragado de los canales de acceso a la zona, su control de ingreso y egreso, impone tarifas y mantiene señalización.

Desde la fundación del primer puerto en 1828,10 la fisonomía de la zona fue creciendo constituyéndose en un área de gran envergadura debido a la magnitud de los volúmenes de exportación de cereales, hidrocarburos y sus derivados que paulatinamente fueron aumentando en el sector.11

Históricamente, el estuario constituyó un espacio de múltiples actividades económicas. Se han registrado a lo largo del siglo XX diversos emprendimientos ganaderos, astilleros, laneras, frigoríficos y compañías pesqueras que además enlataban sus productos y los exportaban desde las costas del estuario al resto del mundo12 (Noceti, 2013). La zona fue tan productiva que era conocida como la “Liverpool del Sur”. (CGPBB, 2010; Heredia Chaz, 2014)

El estuario también resultó espacio público para el esparcimiento, hasta el año 1975 funcionaron 10 balnearios municipales sobre las costas del mismo. El sector se fue transformando drásticamente a partir del crecimiento de la zona portuaria y de la instalación del Polo Petroquímico Bahía Blanca (PPBB)13 a principios de los años 80 en forma contigua al Puerto de Ingeniero White (Heredia Chaz, 2014). Esto generó la privatización de las costas en favor de empresas extranjeras y la imposibilidad de la sociedad civil de seguir utilizando el ambiente marino-costero como espacio de acceso público.

Conflicto Pesquero y movilización ciudadana por el medio ambiente

Desde el año 2009, en el estuario de Bahía Blanca, se han desplegado una serie de acciones de protesta, inicialmente protagonizadas por agrupaciones de pescadores artesanales,14 dada la drástica disminución del producto pesquero registrada desde el 2008 a la fecha.

Los pescadores consideran que las acciones de dragado del canal principal de acceso a puertos, ejecutadas por el CGPBB constituyen un factor contaminante para la pesca. La draga remueve barros contenedores de metales pesados15 del canal principal, y los deposita en los canales aledaños donde se despliegan cotidianamente las actividades de pesca. Asimismo, los pescadores han denunciado la utilización ilegal de productos denominados “dispersantes”, los cuales son arrojados al agua ante derrames de hidrocarburos por parte de los barcos o de las empresas del Polo petroquímico. Estos dispersantes enmascaran los derrames de metales pesados, provocan que el desecho de metal pesado descienda y se deposite en el suelo barroso el cual luego es removido por la draga; contaminándose la fauna local que ingiere tales deshechos en su alimentación diaria.16

Por otra parte, los pescadores responsabilizan al Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) representado regionalmente por la Reserva BBBFBV, y a los gobiernos municipales de Bahía Blanca, Coronel Rosales y Villarino, por la ausencia de controles tanto de los desechos industriales, como de los 3 afluentes cloacales provenientes de los distintos municipios que desembocan en el estuario.

Las organizaciones de pescadores artesanales se han movilizado de diversas formas desarrollando piquetes17 náuticos a la draga del puerto, piquetes en el ingreso de camiones con cereales al puerto, manifestaciones diversas ante las sedes de los municipios mencionados e incluso presentaciones judiciales.

Los pescadores artesanales sólo lograron instalar su reclamo en la agenda política, una vez que la agenda pública se reconfiguró dado el impacto social que tuviera en 2009-2010 la movilización colectiva por la salubridad del estuario ante la posibilidad de reactivar el Puerto Cuatreros mediante un proyecto de la empresa brasilera Vale.

El Proyecto suponía un nuevo sector de dragado, en el vértice interior del estuario, sobre el antiguo Puerto Cuatreros, a fin de acopiar de sales de Potasio provenientes de Mendoza, las cuales serían luego exportadas. Contemplaba además, la construcción de nuevas instalaciones de tratamiento de hidrocarburos de las empresas YPF y Petrobras, con el fin de facilitar el ingreso de mayor cantidad de buques regasificadores. Esta situación provocó que la población de General Daniel Cerri, y la de Bahía Blanca, se movilizara masivamente en contra del Proyecto de dragado del sector, pues consideraban peligroso la instalación de una planta regasificadora a sólo 300 mtrs. de las residencias de los vecinos de General Daniel Cerri.

El movimiento NO AL DRAGADO, como se lo denominó mediáticamente, se integró por ONG ambientalistas locales,18 investigadores y agrupaciones estudiantiles de las Universidades públicas19 de la región y asociaciones vecinales. Asimismo, integró en su reclamo la protesta pesquera, considerando que tenían en común la demanda por la salubridad del estuario y el rechazo a las políticas provinciales tendientes a un supuesto desarrollo nacional donde el estuario resultaba territorio sacrificable sin haberse consultado a la población.

En el movimiento NO AL DRAGADO hubo una redefinición de los peligros y riesgos ambientales que la población estaba en condiciones de soportar (Douglas, 2005). El caso del estuario de Bahía Blanca es emblemático en este aspecto, porque la productividad del complejo puerto-industrial no se materializó en mejoras para la vida de las personas que residen a metros del mismo. Tanto periodistas como investigadores de UNS y del Centro regional de estudios económicos de Bahía Blanca (CREEBBA) (2015, 2014, 2013)20 han demostrado que la participación del puerto y del PPBB en la generación de puestos de trabajo a nivel local para el periodo 2009-2014 fue sólo del 1% de la población económicamente activa. De allí que el nivel de tolerancia de los peligros y los riesgos -por la existencia del puerto-polo, que la población local estuvo dispuesto a soportar fue sumamente bajo, y esta situación se verificó en la cantidad de presentaciones judiciales y denuncias mediáticas que se observaron en el período mencionado.21 El puerto y el polo petroquímico son vistos como espacios ajenos. Los datos que surgen del discurso de vecinos en general hacen referencia al puerto y a la petroquímica como espacios contaminantes y desde donde “se desangra la Argentina”, y desde donde las empresas extranjeras se llevan la riqueza del país.

En el año 2012, y dada la imposibilidad de reactivar el Puerto Cuatreros producto de las instancias judiciales generadas por la sociedad civil contra el estado provincial, la empresa Vale se retiró y el proyecto de dragado de Puerto Cuatreros se paralizó.

En el mismo año, la justicia provincial obligó el CGPBB a desarrollar un plan de restitución del daño medioambiental a la comunidad pesquera, dado que se comprobó que la actividad de la draga perjudicaba la actividad pesquera. Se firmó un paquete de medidas entre el CGPBB y las agrupaciones de pescadores artesanales locales, consistente en 3 etapas. Inicialmente se efectuó un censo de pescadores, para la ulterior erogación de subsidios en calidad de indemnizaciones para aquellos que se encontraban en actividad. Supuso además la compra de permisos de pesca y retiros voluntarios para todos aquellos que quisieran abandonar la actividad. En una segunda fase se entregaron 10 lanchas con motores de mayor potencia para aquellos pescadores que quisieran abandonar el estuario e ir mar adentro para continuar pescando. La tercera fase resultó de una nueva erogación monetaria para equipar a estas barcas con los elementos de seguridad necesarios por ley para operar en mar abierto.

Las fases se fueron implementando paulatinamente, durante el período 2013-2015. Asimismo, las manifestaciones no cesaron dadas las continuas denuncias de irregularidades en el otorgamiento de subsidios y presentaciones judiciales respecto de malversación de fondos en el proceso En la actualidad, el proceso de reconversión pesquera ha dejado como saldo mayor fragmentación del movimiento pesquero y un empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría de los pescadores artesanales. Esto último, debido a que una vez entregados los permisos de pesca en algunos casos y habiéndose aceptado las indemnizaciones para retirarse del agua, los pescadores, no pudiendo resolver su subsistencia en el largo plazo, han vuelto a navegar ahora sin permisos en situación de ilegalidad y desprotección extrema.

Schematas de praxis

Con el fin de brindar herramientas para comprender el porqué de la continuidad del conflicto, se ofrece a continuación una sintética caracterización de los schematas de praxis construidos en torno a las formas en que estos colectivos humanos valoran, interpretan y utilizan el estuario a cotidiano.

Primer schemata de praxis: El Estuario-Ría

Este schemata se funda en tradiciones de familias de migrantes italianos, la mayoría provenientes de la Isla de Ponza que fueron llegando desde 1890 en adelante a la región. Su vínculo con esta región se observa en costumbres, creencias, devoción a San Silverio22 (patrono de los pescadores), comidas típicas, artes de pesca y vocablos italianos que inundan la cotidianeidad de las comunidades dispuestas a orillas del estuario.

Los migrantes italianos llamaron al estuario ría y generaron con el correr del tiempo numerosos emprendimientos tanto en sus costas como en las islas que lo integran, lo que derivó en una transformación del espacio original en función de diversos desarrollos económicos: ganadero, pesquero, y energético23 en la región (CGPBB, 2010).

Durante las primeras décadas del siglo XX, la ría tuvo su mayor apogeo económico a partir de la creación del Puerto Militar, que trajo aparejada la conformación dentro del Puerto Naval de un pequeño barrio conocido como “barrio de los pescadores”, caracterizándose por casas de madera ubicadas a 500 metros del mar habitadas por inmigrantes italianos. En 1934, estos habitantes, fueron reubicaron en las localidades de Villa del Mar y Arroyo Pareja; construyeron sus propias embarcaciones y se lanzaron a la pesca comercial de manera independiente, conformaron así la Cooperativa Pesquera Industrial y Comercial Whitense. Esta cooperativa comercializaba el producto pesquero en localidades vecinas a la ciudad de Buenos Aires, varias familias mantuvieron flotas de hasta 10 embarcaciones pesqueras. Otro grupo de pescadores, abandonaron la pesca y se dedicaron a la construcción y reparación de grandes navíos, fundando así la compañía “Astilleros Punta Alta”.24

En la actualidad, las familias de pescadores artesanales diseminadas en el estuario suman unas 150, muchas menos que las 420 que se registra vivían de este tipo de producción en la década de los 40 del siglo XX (Noceti, 2013).

Las especies comerciales para la producción pesquera artesanal actualmente son: lenguado (Paralichthyssorbignyanus sp.), pejerrey (Odontesthesargentinensis sp.), pescadilla (Cynoscionguatucupa sp.), corvina (Micropogoniasfurnieri sp.), gatuzo (Mustelus schmitti sp.) palometa (Paronagsinata sp.); y los crustáceos: langostino (Pleoticusmuelleri sp.) y camarón (Artemesialonginaris sp.). La pesca artesanal es estacional y se realiza mediante redes en embarcaciones menores a 13 m de eslora.

Las formas en que se constituye el schemata estuario-ría, refiere a formas en que se construye la alteridad entre humanos, humanos y no humanos y humanos y medio físico, lo cual se plasma en toponimias, clasificaciones y prácticas que materializan tales sistemas cognitivos.

El pescador artesanal se diferencia asimismo de la gente que sólo pesca, por las formas en que configura su vida temporo-espacialmente (Noceti, 2015). El espacio y el tiempo se organizan en función de la actividad pesquera, la cual es estacional. Respecto del espacio, se observa que los pescadores artesanales poseen sus propios mapas, además de las cartas náuticas. Estos mapas propios se construyen en función de los lugares identificados como puestos de pesca, se clasifican y denominan en torno a las experiencias vividas por antepasados pescadores. Por ejemplo “la pajarera”, “el palito”, “el hundido”. Lugares invisibles a los ojos de quienes no habitan el lugar, ni son parte de la historia pesquera de la región, cada lugar refiere una anécdota y ha recibido su nombre debido a ello. Todo pescador artesanal reconoce esa historia.

Otro ítem de diferenciación entre gente que pesca y pescador artesanal, remite a comportamientos y actitudes en las relaciones entre humanos y no humanos, y entre humanos y el medio físico. Estos modos de relación se materializan en las artes de pesca utilizadas, las cuales se fundan en un profundo conocimiento respecto del comportamiento del animal a ser capturado, la topografía del lugar, y el entendimiento del comportamiento de corrientes, mareas y vientos. El pescador artesanal analiza el viento, sabe que se pesca con viento norte; y se colecta la red con viento del sur, comprende dónde ha de colocar la red según la trayectoria y la forma de nadar de cada especie a ser capturada. Colocar las redes supone descifrar el comportamiento del pez, identificar sus hábitos y aprovechar ese saber para capturar al animal. El pescador artesanal reconoce el vuelo de las gaviotas que delatan los lugares por donde se desplazan los cardúmenes. Saber pescar es ante todo saber observar; el tiempo y la acción se organiza y despliega en función de la presa (Noceti, 2013, 2016).

Esta diferenciación entre pescador artesanal y gente que pesca se erige también en torno a una ética determinada respecto de los otros no humanos. El pescador artesanal es quien comprende los distintos comportamientos animales, convive con los mismos y respeta al no humano. Según los pescadores artesanales:

El que agujerea lobos marinos, los mata con armas de fuego, sólo pesca, ése no es pescador (Entrevista a MD 7-5-2014).
Saber pescar, es respetar al bicho. Yo me estoy metiendo en el ambiente del lobo, ¿por qué matarlo? Ya demasiado daño le hago llevándome su comida (Entrevista a MF 30-8- 2015).

El pescador artesanal pondera la cantidad de horas de trabajo por sobre la cantidad de peces sacados del agua, el tipo de esfuerzo realizado por sobre el resultado del mismo.

Salís con frío, con lluvia, a veces salís y no traes casi nada, 8, 10, 12 horas, pero se sale igual, se sale sabiendo que quizás no se vuelve, pero se sale porque los hijos y la mujer, precisan comer y te están esperando que vuelvas para comer, y tenés que volver (Entrevista a MD 4-10-2015).

El esfuerzo es considerado positivamente como un valor, como un signo de virilidad y de status social. El esfuerzo derivado de la cantidad de horas y de días de pesca constituye una forma de posicionarse en la comunidad, sobre todo ante su esposa e hijos. La dignidad del pescador está en función no tanto por la cantidad y calidad de su producto, sino por las horas que dedica a la extracción del mismo, y por lo impredecible de la actividad. Esto último presupone la destreza del pescador en salir airoso ante la dificultad, su habilidad ante el imprevisto, el accidente, la tormenta; por más que no logre obtener un buen caudal de peces lo coloca en un lugar de respeto ante los ojos de sus referentes comunitarios y familiares. De allí la constante necesidad de salir al mar, no importando lo duro del proceso de trabajo, es pescador quien sale a pescar, quien se anima, se enfrenta a salir y no traer nada, quien se arriesga, aun cuando el mar este picado: “Pesca el que tiene huevos, el que tiene agallas” (Entrevista a MF, pescador artesanal, 23-07-2015).

El pescador es referenciado con el pez, como se observa en tal afirmación, tiene agallas. Valor, virilidad, valentía, respeto y pesca están enlazados en los parámetros ideológicos, éticos y morales de estas comunidades. Por tanto dejar de pescar podría significar no ser respetado, no tener más valor, valentía y virilidad. Dejar de pescar es dejar de SER, y es algo que ningún humano estaría en condiciones de afrontar a menos que se le ofrezca una alternativa del SER para lo cual dicha alternativa probablemente lo colocaría en un mundo diferente al de la ría.

Siguiendo la clasificación de Pálsson (2001:91) podría decirse que este tipo de relación se advierte discursivamente en un contexto simbiótico o comunalista, con algunas especies no humanas tales como el lobo marino, el pejerrey, el lenguado y las gaviotas. Se observa un tipo de discurso relacionado con la reciprocidad en estos casos.

Además, se verifica una cierta combinatoria con otro discurso del tipo rapacidad (Pálsson 2001), sobre todo durante la temporada de pesca de especies que dejan económicamente un gran margen de ganancia, como son el camarón y el langostino.

El camarón y el langostino son bichos bobos simples de sacar, no tienen mucha historia, vienen y te lo llevas, encima te da tremenda ganancia, si llegan. La última lancha la pude cambiar gracias a la pascua del 2007, fijate vos, la ganancia. (Entrevista a DG, pescador artesanal, 5-4-2014)

Se observa gran separación entre el hombre y estos crustáceos, se considera tales seres plausibles de ser explotados ya que no poseen vínculo con el humano; cuestión que no ocurre con otras especies con las que se verifica cierta antropomorfización; por ejemplo la astucia del lobo marino, la simpatía del delfín, el lenguado como escurridizo. Podría decirse que existe una gran distancia entre el humano y el camarón-langostino, según el sistema de clasificación de los pescadores artesanales, por lo que tal distancia legitima a los ojos del pescador el comportamiento objetivante y extractivista con estas especies. Se comportan de forma rapaz con el mismo, incluso en el decir de los guardaparques quienes continuamente denuncian que ante la temporada de pesca de camarón -langostino, los pescadores extraen especies juveniles no resguardando la conservación de la especie.

Se puede concluir que en el schemata estuario-ría existen al menos dos tipos de comportamientos de los humanos para con el resto de la naturaleza ya sea un comportamiento basado en el comunalismo como otro basado en la rapacidad, y esto se define por la cercanía o distancia existente entre humanos y no humanos, entre pescador y presa, al momento de referir los sistemas de identificación, pero también coadyuva la ganancia que la pesca de cada especie genera. Se está más cerca de mamíferos y peces que de crustáceos y aves, incluso se refiere al comportamiento humano en términos de comportamientos o partes del cuerpo de mamíferos y peces, pero no de crustáceos y aves. Asimismo se objetiviza aquella especie que da mayor margen de ganancia a la hora de ser pescada.

Respecto de la referencia en el proceso de alteridad de los pescadores hacia los funcionarios del CGPBB, el tratamiento es despectivo y la relación también se materializa discursivamente con una especie animal, que no pertenece a este ecosistema.

Son una manga de buitres, donde pueden sacar tajada, lo hacen no les calienta nada, los tipos con tal de llenarse los bolsillos de plata, no les importa si la ría se muere, navegamos en un barro podrido, y los tipos nada, si no hablas en inglés o en chino a los tipos no les interesa sentarse a dialogar (Entrevista a MF, pescador artesanal, 8-8-2015).

Resultan ser buitres, dado su supuesto comportamiento rapaz ante los ojos de los pescadores, pero existiendo especies rapaces en el estuario o cercanas a él (lechuzas Sathene cunicularia s.p, o chimangos Milvago chimango sp.) no se los vincula a ellas, con lo cual discursivamente se plasma gran distancia entre unos y otros actores.

Finalmente en torno a la relación con los conservacionistas, biólogos de ONG o guardaparques de la Reserva:

Son macanudos, pero bueno se las saben todas, ¿viste? Con el tema de las tortugas y los camarones se ponen pesados, pero bueno, hay que dejarlos hablar, parlotean mucho, parecen loros barranqueros. (Se ríe) Buena gente igual, muy idealistas, que se yo... viven en su mundo, son de otra clase, entienden poco (Entrevista a LF, pescador artesanal, 25-6-2015).

En esta referencia se los relaciona con los loros barranqueros (Cyanoliseus patagonus sp.) ave que se encuentra en la región pero no dentro del sistema marino-costero del estuario específicamente, sino en espacios de barrancas al interior de la región, y en otras costas hacia el sur como el balneario El Cóndor. Esto es interesante pues supone una mayor proximidad con esta especie que con aquella referida a los funcionarios del CGPBB.

Segundo schemata de praxis: El Estuario-Puerto

Se integra también en este tipo de schemata, el sector del polo petroquímico, por tener el mismo contenido discursivo y estar íntimamente relacionado con el desarrollo portuario, pues los productos generados industrialmente son exportados de manera directa por la zona de puertos.

En el estuario-puerto, la interrelación de los hombres con los no humanos es prácticamente inexistente, desde la óptica de los humanos que integran el CGPBB y el PPBB. La naturaleza aparece aquí cual escenario de acción de ciertas actividades humanas consideradas productivas, planteada como objetivación constante de los no humanos.

No hay muchos bichos acá, los de la reserva dicen que hay delfines, yo nunca vi, eso sí: hay lobos y gaviotas a patadas, que son como ratas marinas, comen deshechos, bichos desagradables si los hay (Entrevista a GL funcionario CGPBB, 13-7-2015).

El resto de las actividades humanas (deportivas y pesqueras) que puedan desarrollarse en este espacio son ignoradas y ni siquiera identificadas como existentes, -aún cuando son observables a simple vista-, por tanto no forman parte del mapa cognitivo de quienes conforman el schemata estuario-puerto, de hecho no reconocen la existencia del espacio playa en el sector.

Hay algunos que navegan, pero nunca vi kite surf, ¿vos decís que hay? La gente de la zona, se van a playas de verdad, viste, Monte Hermoso queda acá nomás, o mejor Pehuen-co, ahí si podes hacer esas actividades, acá no da (Entrevista a GL, funcionario del CGPBB 13-7-2015).
Están acá (por el estuario) también los de la reserva (por los guardaparques), que está al sur del canal principal, con los guardaparques tenemos reuniones cada tanto, pero bueno, como se sabe no hay contaminación en la ría, así es que respecto de esas cuestiones ya les hemos dicho que tienen que hablar con los intendentes para que hagan algo con los afluentes cloacales, nosotros estamos en regla, no tenemos nada que ver con esas cuestiones, están los informes ambientales y deben remitirse a ellos (Entrevista a VC, abogado del CGPBB 5-52014).

La reserva BBBFBV es considerada por fuera del ámbito portuario y el contacto con la misma es esporádico y ante situaciones específicas de reclamos en la generalidad el CGPBB. En cambio, empresas del PPBB toman contacto constantemente a través de erogación de dinero mediante sus programas de responsabilidad social empresarial, lo cual les impacta en una fuerte reducción de impuesto a las ganancias que debieran pagar al Estado argentino. Empresas como Profertil, Dow Chemical, Petrobras e YPF sostienen acuerdos de cooperación económica con los Municipios de la zona, e incluso con las Universidades locales (Heredia Chaz, 2014).

La empresa destina varios miles de pesos al desarrollo de proyectos culturales en la ciudad de Bahía Blanca, y con la reserva mantenemos estrecho contacto sobre todo con VM que es una persona sumamente conocedora de las cuestiones biológicas en el sector, y cada vez que solicita nuestro financiamiento para alguna actividad de promoción se las brindamos (Entrevista a ML; representante de prensa de Profertil, PPBB 10-10-2015).

Respecto de la pesca artesanal se niega su existencia, en la medida que no resulta a los ojos de los funcionarios del CGPBB una actividad productiva.

La pesca que hay es un chiste, no hay pesca, pesca hay en Mar del Plata, acá nunca hubo. No podes comparar la magnitud de la pesca artesanal con la actividad portuaria, o sea el puerto y el polo dejan millones al país, traen desarrollo y trabajo constante, la pesca le deja unos mangos a 2 o 3 locos que se enfrentan a la draga todos los días, es un despropósito que estos tipos sigan acá, con la guita25 que el CGPBB ha despilfarrado en ellos (Entrevista a ML, CGPBB, 18-10-2015).

Se significa a los pescadores artesanales a través del enfrentamiento y por sus acciones disruptivas a la producción del puerto, la otredad se constituye en el conflicto de forma tal de desvalorizar al otro pescador. En el contexto de las entrevistas realizadas se observa que los funcionarios del CGPBB y los del PPBB, homogenizan al sector pesquero, aun cuando el mismo se encuentra sumamente fragmentado. En general se refiere a los pescadores como seres: “abusivos, violentos, impredecibles, ignorantes y vividores de planes sociales”. En el relato de los representantes del CGPBB:

El desarrollo de la región del sudoeste bonaerense está en función del puerto y de que la sociedad entienda la importancia de una ciudad-puerto, es la 3era fundación de Bahía como se dijo alguna vez, la pesca aquí es marginal, es esperable que desaparezca (Entrevista a VC abogado del CGPBB 10-11-2015).

En palabras de Pálsson (2001:88) se verifica un discurso orientalista ambiental en la medida que se observa una separación extrema entre naturaleza y sociedad, legos y expertos, observándose a la naturaleza como espacio colonizado, tabula rasa donde se inscribe la historia de los humanos. Las palabras que inundan el discurso de las entrevistas realizadas son las de desarrollo, producción, conquista de nuevos espacios, aumento de rentabilidad.

Sólo se reconoce la pesca artesanal, como actividad humana ante la disrupción de la cadena productiva del puerto y/o del polo, por ejemplo en ocasión de ocurrencia de piquetes náuticos hacia la draga. En el discurso general de los funcionarios del CGPBB no se puede explicar a la pesca artesanal más que por ignorancia o falta de ética, o por ausencia de solidaridad al resto de la población, pues según su parecer los pescadores estarían impidiendo el crecimiento del sector, dejando sin futuro promisorio al resto de los vecinos.

Insisten en pescar aun cuando se les compró sus permisos de pesca o se les otorgó lanchas con grandes motores para que se adentren hacia el mar y salgan del ámbito del estuario, son una banda de delincuentes (Entrevista a EE, funcionario de YPF, 11-11-2015).

La existencia del otro es un escollo a traspasar de cualquier forma con lo cual el modo de relación denominado rapacidad por Descola (2001) resulta útil a la descripción no solo de la relación humanos no humanos, sino entre humanos pertenecientes al sistema puerto y humanos pescadores, observándose en todos los casos fuerte asimetría política, y un discurso fundado en el desarrollo que profundiza tal asimetría.

Tercer schemata de praxis: El Estuario-Reserva

Este schemata se encuentra representado por una serie de actores disímiles entre sí pero que comparten un discurso centrado en la defensa del medio ambiente no humano, por sobre la preexistencia de actividades económicamente productivas, ya sean pesqueras o del contexto polo-industrial. La naturaleza constituye una entidad que ha de ser resguardada de aquellas acciones humanas que la dañan a los ojos de los conservacionistas. La naturaleza existe en la medida que es protegida por estos actores. Se verifica un rol pasivo de la naturaleza no humana, y se diferencia al hombre de la naturaleza, dejando clara su no pertenencia a la misma dado la relación asimétrica planteada.

Constantemente realizamos acciones por la naturaleza, la cual es agredida por el hombre en sus diferentes acciones, contaminación por afluentes cloacales, por el accionar de la draga. A lo largo de todos estos años hemos hecho campañas para concientizar respecto del hábitat y anidación de la gaviota cangrejera, de los ostreros, nuestra última campaña fue de la mano con el Proyecto Tamar por las tortugas marinas (Entrevista a VM, ONG FRAAM, 20-10-2015).

Esta formación cognitiva presupone en el imaginario social una gran cuantía de diversos no humanos que dependen de los humanos para su reproducción y bienestar. El vínculo de dependencia es utilitario, la protección de los no humanos asegura efectos benéficos a los humanos que fundan sus acciones bajo discursos de defensa del medio ambiente, de allí su carácter paternalista y proteccionista:

(…) puede garantizar una base de subsistencia, llenar una necesidad de apego emocional, proporcionar monedas para intercambios o ayudar a perpetuar vínculos con una divinidad benevolente. Traslada así el dominio y la propiedad de la naturaleza del paradigma cartesiano a otro plano, un pequeño enclave donde la culpa se atenúa y la dominación se transforma eufemísticamente en preservación paternalista y entretenimiento estético, (...) reduplicándose las relaciones asimétricas (Descola, 2001: 112).

Se congregan bajo este schemata los guardaparques de la reserva BBBFBV y los conservacionistas que integran las ONG ambientalistas locales Estos actores comienzan a deambular por el estuario a partir de la creación de la reserva en 1998.

Las formas en que los conservacionistas catalogan al resto de los humanos y no humanos, está en función de lo que ellos consideran debe controlarse y de lo que se espera deba protegerse. Este grupo de actores no es homogéneo a la hora de reclamar la protección de la vida no humana y de responsabilizar a otros actores por el daño al medio ambiente. Mientras que los guardaparques desarrollan programas de reeducación orientados a modificar las artes de pesca de los pescadores artesanales considerando a este colectivo el principal responsable por la merma de peces en el estuario; los conservacionistas de las ONG ambientalistas han acompañado a los pescadores artesanales en sus reclamos judiciales contra el CGPBB e incluso contra la propia Reserva BBBFBV, pues aducen que es el gobierno argentino el responsable por tal merma en la medida que no controla las actividades humanas que afectan el ecosistema del estuario.

La Reserva provincial BBBFBV cuenta en la actualidad con un equipo conformado por un director y 3 guardaparques, no posee embarcación propia dependiendo de otras instituciones para recorrer la zona que debe proteger. El origen de la reserva fue conflictivo, se realizó sin el conocimiento de los vecinos mucho menos de los pescadores.

De pronto, un día, nos enteramos que esto es reserva, donde antes podías pescar ahora no, ¿y alguien nos pregunto? ¡No, nadie! ¿Y vos por qué crees que pasó esto? porque así nos impiden entrar. Nosotros somos los primeros en darnos cuenta que el agua está contaminada, porque vos pones la red un día y las buscas al otro y la red cambió de color y de textura. ¿Cómo se llama eso? ¡Contaminación! ¿Cómo se va a llamar? Ahora si es reserva hay zonas donde no podes entrar, entonces no notás la contaminación, no podés denunciarlos entonces, porque si denuncias asumís que entraste a la zona de reserva y ya no se puede, naaa si se la piensan todas estos buitres del consorcio. Para eso está la Reserva, para proteger al Consorcio, y la gente (por los vecinos) se cree que está por el ambiente, que ilusos (Entrevista a pescador MF 20-11-2015).

Esta reserva posee categoría de uso múltiple, esto supone que su plan de manejo debe contemplar la identificación de zonas intangibles, zonas de amortiguación y zonas experimentales; las actividades preexistentes (portuarias, industriales, pesca artesanal, deportivas, agrícolas, y ganaderas) deben encausarse en tal plan, para lo cual debiera existir consenso entre los diversos actores que interactúan. Nunca se logró poner en marcha un plan de manejo consensuado. Este surgimiento conflictivo ha signado la relación disruptiva entre guardaparques y pescadores artesanales. Los guardaparques consideran que los pescadores deben amoldarse a reglamentaciones dada la constitución de la reserva; mientras que los pescadores consideran a los guardaparques servidores del CGPBB, por lo cual deslegitiman su accionar.

En el discurso de los guardaparques se observa una diferenciación entre pescadores artesanales colaboradores y no colaboradores. Los primeros son aquellos que admiten reformar sus prácticas mientras que los segundos son aquellos que no pueden ser moldeados. Para lograr estas modificaciones prácticas el equipo de guardaparques diseñó una serie de capacitaciones dirigidas a los pescadores y orientadas a la conformación de “guardianes del humedal”. De los 28 pescadores dueños de lanchas activas, se han registrado solo 6 que han asistido alguna vez a estas capacitaciones, y 15 marineros, de los 133 registrados en actividad.

El desafío es transformar algunas prácticas de pesca, no se entiende lo perjudiciales que son, suelen atrapar juveniles, y eso complica la reproducción de los cardúmenes, a veces te entienden y otras no. Es complicado trabajar con los pescadores artesanales, con los pescadores deportivos es más sencillo en general tienen otra educación, por ejemplo lo logramos con el tema del tiburón, ahora sólo se realiza la pesca deportiva estacionalmente y en un sólo sector (Entrevista a MS, guardaparque de BBBFBV, 10-10-2015).

Por otro lado el grupo de conservacionistas ligados a ONG locales tienen relación más cercana con los pescadores artesanales, ellos si suelen ser legitimados ante acciones de conservación de especies.

Todo bien con los guardaparques, pero lejos. Cuando aparece algún bicho lastimado o varado llamamos a la gente de FRAAM están más a mano, vienen en seguida y no te dan el sermón de la montaña. Igual todos ellos viven otra realidad que no es la nuestra, tienen la olla garantizada (Entrevista a DG pescador artesanal, 15-11-2015).

Durante el trabajo de campo se ha verificado mayor relación entre los pescadores y las ONG ambientalistas locales que con la Reserva provincial. En general el discurso de las ONG respecto de la merma de peces en el estuario se alinea con el discurso de los pescadores. Estos conservacionistas aducen que el gobierno argentino en sus diferentes formas, municipal, provincial y nacional, no controla las acciones de empresas extranjeras del puerto y del polo respecto de sus vertidos en aguas del estuario. Tampoco regula el accionar de barcos pesqueros de altura que arrastran el fondo sin control en zonas de la plataforma continental argentina.

La ONG acompañó varias denuncias judiciales de los pescadores artesanales, por la disminución de la pesca, pero no solo por el desastre de contaminación que el Consorcio genera con el Polo y que no es reconocido por el gobierno, sino porque el gobierno argentino hace la vista gorda con la pesca de altura (...) el gobierno no hace nada. El que se lleva la riqueza pesquera es el coreano, el japonés, el chino, te barren el fondo... No hay barcos de prefectura suficientes para patrullar el mar (Entrevista a biólogo de ONG Tellus, 10-4-2014).

Otro dato interesante a los fines de demarcar elementos que conforman la alteridad, surge de las condiciones socioeconómicas y educativas que refieren a este sector. Los actores que representan este schemata, tanto guardaparques como integrantes de ONG ambientalistas, suelen ser personas con título universitario o terciario, generalmente pertenecientes a sectores sociales medios. Los pescadores artesanales, en cambio suelen ser personas que difícilmente han finalizado su escuela secundaria y que pertenecen en la mayoría a sectores socioeconómicos humildes, con excepción de algunos dueños de lanchas (Noceti, 2016) (CGPBB, 2013). Esta situación conlleva una cierta asimetría social y de allí las distancias que los pescadores artesanales observan respecto de los conservacionistas, al referir que viven una realidad distinta a la propia.26 Tal distancia se observa amenguada en las instancias en que el conflicto con el CGPBB fue más violento, los pescadores recurren a los conservacionistas a los fines de garantizarse accesos a medios de comunicación local, a través de los cuales pueden hacer visibles sus reclamos. En la medida que se presentan como pescadores guardianes del humedal, logran la empatía de la población de clase media y el apoyo de la comunidad, desarrollando una especie de homogeneización en el reclamo que por instantes catapulta a los pescadores a la ilusión de pertenencia a una clase media generalizada.

Palabras finales

La constante disputa por la utilización del estuario y su fundamento en valores y utilidades diversas posibilita la identificación de mundos distintos, un puerto, una reserva natural, o una ría. Dichos mundos se significan en saberes y prácticas fundados en discursos caracterizados desde aquí siguiendo los postulados de Pálsson (2001) y Descola (2001) en categorías de rapacidad, proteccionismo y comunalismo respectivamente. Estos mundos son aprehensibles mediante la construcción de schematas de praxis, que permiten a su vez acceder a retazos de procesos de topofilia, integrando así al análisis, el carácter subjetivo de estas formas de habitar el espacio marítimo-costero. De esta manera es posible comprender posiciones como la negativa a alejarse del estuario por parte de los pescadores artesanales, o la estrategia de supervivencia de algunos de ellos de asumir el rol de guardianes del humedal y así lograr alianzas con sectores conservacionistas para poder enfrentarse con mayor éxito al CGPBB. Abandonar el estuario es dejar de SER, no sólo para los pescadores sino para los otros colectivos también, en la medida que sus identidades se conjugan en función de las formas de habitar, nombrar y organizar cognitivamente este espacio. Las diferencias en las schematas de praxis remiten a diversos proyectos de desarrollo regional, de accesos asimétricos a la educación y al mercado laboral y de inequidades constantes entre sectores sociales. Se destaca que estas disputas enmascaran intereses de clases determinadas y que en ocasiones los discursos de protección ambiental justifican acciones que perpetuán la inequidad en los accesos y las asimetrías en las tomas de decisiones político-económicas en torno al uso del espacio en la región. Esto se observa en el origen conflictivo de la reserva natural provincial, y que ha derivado en una nueva forma de alienación de la sociedad civil respecto del espacio marítimo-costero. La reserva constituye una nueva forma de alienación de la sociedad civil respecto del espacio marítimo-costero, proceso de enajenación que comenzara con la privatización de las costas a mediados de los años 70 y prosiguiera con la extranjerización de las mismas costas en la década del 90 del siglo pasado. Se observó durante la investigación una constante negación por parte de los funcionarios del CGPBB de la historia del estuario cual espacio de ocio y de productividad diversa. Negar la existencia de la pesca artesanal o la existencia de otros actores que utilizan el espacio, negar la identidad de los vecinos, negar la topofilia con el estuario, la maritimidad, habilita a legitimar al estuario cual espacio ecológicamente sacrificable para el desarrollo de actividades industriales.

Finalmente se propone que los conflictos socioambientales deben ser estudiados en las diversas arenas políticas por las cuales se desenvuelven (Merlinsky, 2013:21). Esta productividad en este tipo de conflictos posibilita que los investigadores identifiquen conflictos sociales que se enmascaran detrás de discursos de defensa del medio ambiente. En este caso, el conflicto pesquero paulatinamente se fue encontrando con las movilizaciones vecinales y ambientalistas contra el dragado del Puerto Cuatreros confluyendo en instancias judiciales que lograron frenar el avance de nuevas empresas extranjeras sobre las costas del estuario. Se observa entonces que la demanda pesquera logró colocarse en la agenda política en la medida que coyunturalmente unificó su reclamo con el miedo de los vecinos a la instalación de nuevas plantas de tratamiento de hidrocarburos en cercanías de General Daniel Cerri. La concientización medioambiental atravesó diversas instancias en las que se observa la aparición de viejos y nuevos actores que desarrollan alianzas en función de sus historias, valores y creencias respecto del uso del estuario.27

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http://www.elmundo.es/especiales/2014/ciencia/exxon_valdez/alaska/06.html

Notas

1.

IIESS, Dpto. Economía, Universidad Nacional del Sur (UNS)-CONICET, Argentina.

2.

Patrón de acumulación basado en la sobreexplotación de recursos naturales, en gran parte no renovables. El extractivismo contempla a los agronegocios, la expansión de la frontera petrolera, pesquera y forestal, la producción de biocombustibles, además de las típicas explotaciones de recursos naturales (minera e hidroeléctrica). Resulta “... modelo monoproductor que desestructura y reorienta los territorios, destruye la biodiversidad y profundiza el proceso de acaparamiento de tierras…consolida enclaves de exportación, genera escasos encadenamientos productivos endógenos opera una fuerte fragmentación social y termina por configurar espacios socioproductivos dependientes del mercado internacional”. (Svampa, 2012:18).

3.

Los resultados parciales que se presentan corresponden al desarrollo de un Proyecto de Incentivos de la Universidad Nacional del Sur, titulado “Pesca artesanal. Identidades en disputa por la gestión de recursos marítimo-costeros en el estuario de Bahía Blanca”, periodo 2015-2019. Dicho Proyecto se ejecuta desde el Departamento de Economía de la UNS y se integra por investigadores de diferentes disciplinas.

4.

Se destaca el carácter de visibilización por parte de los medios de comunicación, y la participación en el conflicto de diferentes actores de la sociedad civil, esto no quita que el conflicto haya surgido años anteriores, pero su aparición en el debate público fue a partir del año 2009.

5.

La información fue sistematizada con el apoyo del programa ATLAS. TI y siguió los postulados de la Teoría fundada (Glaser y Strauss, 1967) en lo que refiere a códigos de categorías que resultaron de utilidad para la construcción de cada schemata.

6.

Entre las coordenadas 38° 45’ y los 35° 10’ de Latitud Sur y 61° 45’ y 62° 30’ Longitud Oeste. Ver mapa 1

7.

Ver mapa 2.

8.

Ver mapa 2.

9.

La presidencia del CGPBB es ejercida por un miembro representante del gobierno de la provincia de Buenos Aires, a quien acompañan un representante por la municipalidad de Bahía Blanca, dos por asociaciones sindicales de empleados del puerto, uno por las empresas prestatarias de servicios, uno por concesionarios y permisionarios, otro por armadores y agencias marítimas, otro miembro por los productores primarios de mercaderías y otro por los sectores comerciantes. No se encuentran representados los pescadores artesanales.

10.

El primer puerto se denominó Puerto Esperanza y fue construido en el marco de los primeros avances en la Conquista al desierto. En 1889 se fundó el Puerto de Ingeniero White que estuvo bajo el dominio de la compañía británica Ferrocarriles del Sur, hasta 1949 cuando el gobierno del presidente Juan Domingo Perón nacionalizó ferrocarriles y puertos a nivel nacional bajo el decreto Nro. 5789. El sector portuario pasa a ser controlado por manos privadas y extranjeras a partir de la provincialización del mismo, en el contexto de políticas neoliberales del gobierno del presidente Carlos Saúl Menem.

11.

En la actualidad pasan por estos puertos, el 68% de la exportación de cereales, y el 74% de la producción de hidrocarburos y derivados a nivel nacional.

12.

Astilleros Punta Alta, Compañía La Vascongada, Compañía de pesca comercial whitense, Lanera Argentina, Frigorífico CAP Cuatreros, entre otros. (CGPBB,2010)

13.

El PPBB es uno de los polos industriales de mayor expansión de las últimas décadas en Argentina (Diez, 2008). Fue diagramado a fines de la década del 50 del siglo XX, bajo las normativas de las leyes 14781/58 de inversiones Extranjeras y 1478 1/59 de Promoción Industrial. La elección del estuario de Bahía Blanca para la instalación del mismo fue estratégica, dado el encuentro de 3 gasoductos troncales provenientes de las cuencas Austral y Neuquina. Se esperaba desarrollar e impulsar la economía patagónica, en la combinación de inversiones estatales y extranjeras; todas ellas congregadas para el tratamiento de hidrocarburos, sustancias químicas, petroquímicas y agroquímicas. Originalmente, el Polo estuvo integrado por empresas nacionales pero en la década del 90 y en el marco de las políticas neoliberales del gobierno del presidente Carlos Saúl Menem el PPBB pasó a manos privadas y extranjeras (Odisio Oliva, 2012).

14.

Las agrupaciones que integran el sector son: La Cámara Rosaleña de actividades pesqueras (CRAP), la Cámara de pescadores y marineros artesanales de Ingeniero White (patrones y marineros), la Cámara de armadores (dueños de lanchas) y una Agrupación de pescadores artesanales de Ingeniero White que se reconoce independiente de las cámaras. Según el censo realizado en el año 2013 por el CGPBB existen unas 150 familias que viven de la pesca artesanal en el estuario.

15.

Los informes científicos respecto de la acumulación de metales pesados en sedimentos y en el cuerpo de la fauna del estuario son numerosos y datan del año 2000 con el primer informe de Greenpeace que puede leerse en http://www.greenpeace.to/publications/Bahia%20Blanca%202000.pdf, Informes posteriores fueron publicados por investigadores del IADO-CONICET, para detalles de los mismos puede leerse en el trabajo de investigación periodística de la Comunicadora Social Sandra Crucianelli, desde donde se obtiene el acceso a todos estos documentos desde el año 2000 al 2011 http://alertaenbahia.blogspot.com.ar/2011/12/estuario-de-bahia-blanca-una-historia.html. El denominador común de estas publicaciones es la denuncia sobre la presencia de altos niveles de cadmio, zinc, mercurio, cobre y plomo en el cuerpo de peces consumidos por humanos. Tales niveles resultan cancerígenos al organismo humano.

16.

Dispersantes como Corexit, utilizados en el estuario, han sido sumamente cuestionados, en sus diversas versiones fue utilizado tanto en Alaska como Inglaterra tras sucesivos desastres naturales ocasionados por empresas como BP, y Exxon Valdez. En el caso del Golfo de México en 2010, BP utilizó el mismo dispersante, luego se observó la aparición de peces y camarones sin ojos, con deformidades branquiales e incluso con carencia de exoesqueleto. Ver informes ambientales en: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/cronicasdesdeeeuu/2010/05/21/coctel-toxico-en-el-golfo-de-mexico.html; http://www.elmundo.es/especiales/2014/ciencia/exxon_valdez/alaska/06.html

17.

Piquete es una modalidad de protesta en Argentina, mediante la que se propone el paro de producción de algún tipo de rama de actividad, en este caso la portuaria

18.

Organizaciones ambientalistas diversas tales como: 20 de agosto (vecinos autoconvocados a partir del escape de cloro del 20 de agosto del 2000); Tellus, Aqua viva, Asamblea autoconvocada de Gral. Daniel Cerri, Terra Viva

19.

UNS, UTN, UPSO, IADO-CONICET.

20.

Fundación CREBBA informes de producción económica local pueden leerse desde 2000 a la actualidad en http://www.creebba.org.ar/main/index.php

21.

Informes a este respecto pueden leerse en http://www.latecla.info/4/nota.php?nota_id=42924

22.

Cada 27 de noviembre se realiza la fiesta del santo patrono de los pescadores, San Silverio, que incluye procesión por tierra y mar en la localidad de Ingeniero White.

23.

Durante las primeras 3 décadas del siglo XX, comercializaban el piquillín como fuente de energía para calefaccionar y cocinar en los hogares.

24.

http://www.archivodepunta.com.ar/institucional/ria/contenidos3.html

25.

guita es un argentinismo para dinero.

26.

En otros trabajos se ha dado cuenta de las trayectorias laborales de familias de pescadores artesanales en el sector, observándose la persistencia de un cierto patrón que comienza con un antecesor proveniente de Italia, y se verifican luego descendientes que abandonaron la pesca y se insertaron como trabajadores de la empresa YPF o de la Base Naval militar Comandante Espora. Se verifica luego que descendientes de esta línea resultan despedidos de tales espacios ante las políticas de achicamiento del estado en los 90 y optan por dedicarse a la pesca artesanal. Es interesante destacar que de los 28 dueños de lanchas 19 poseen este tipo de patrón. Por tanto se ha concluido (Noceti, 2016) que la pesca artesanal en el Estuario de Bahía Blanca se comporta como refugio económico ante crisis económicas en las que se verifica aumenta del desempleo en la región. ahora bien, las personas que se insertan en tal actividad presenta una historia familiar relacionada en algún punto con la actividad pesquera. Este comportamiento ha sido también registrado en investigaciones realizadas por el INIDEP, en el contexto de la crisis económica argentina de los años 2001-2002. (Errasti, 2009).

27.

Las alianzas se han de comprender en la medida que aparece la posibilidad de los pescadores de acceder a nuevos espacios mediáticos independientes a los poderes del CGPBB y de PPBB. A través de tales accesos fue factible poner al alcance de la ciudadanía las investigaciones realizadas por profesionales de UNS, CONICET y CREEBBA respecto de la productividad del sector portuario e industrial y sus consecuencias contaminantes. Datos que resultaron movilizadores y que apuntalaron el apoyo generalizado de la ciudadanía al movimiento NO AL DRAGADO. Estos espacios mediáticos independientes surgieron debido a la implementación de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, conocida localmente como la Ley de medios que el gobierno de Cristina Kirchner promulgara en octubre del 2009.