Etnografías
Contemporáneas
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ISSN 2451-7925

#8 | Etnografías del encierro

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Earth beings. Ecologies of practice across Andean Worlds.

Marisol De la Cadena,
Durham y Londres, Duke University Press
2015, 349 pp.

Nicolás Viotti11. Doctor en Antr (…)

Los modos de conocimiento y los modos de ser alternativos a las formas occidentales dominantes no deberían ser considerados ni “supersticiones”, un tema que al menos en la antropología posee gran legitimidad, ni tampoco una colección de “creencias”, un aspecto crucial de los debates actuales en la disciplina. Ese es uno de los problemas centrales que analiza Earth beings. Ecologies of practice across andean worlds, último trabajo de la antropóloga peruana, radicada en Estados Unidos, Marisol De la Cadena.

El libro es el resultado de un extenso diálogo con Mariano Turpo y su hijo Nazario, dos generaciones de pobladores de Pacchanta, una comunidad al sureste de Cuzco (Perú) a la sombra de la cordillera de la montaña Ausangate. Earth beings se concentra en una reflexión sobre cómo, para Mariano y Nazario, los límites de la separación entre un mundo “dado” y las diferentes versiones “simbólicas”, principio dominante de la cosmología occidental moderna y también de buena parte del fundamento epistemológico de las ciencias sociales, resultan problemáticas para entender la complejidad de relaciones que traman sus vidas. Se destaca allí el lugar del propio Ausangate como un agente central, dador de refugio, poder y certeza en la vida cotidiana y la historia de sus dos interlocutores.

Lejos de cualquier esencialismo o de desarrollar un análisis de una racionalidad diferente como un orden aislado en sí mismo, el libro recorre los derroteros de Mariano y Nazario durante más de medio siglo para mostrar cómo ese tipo de conocimiento convive y se articula con otros modos de conocimiento. De la mano del término “conexión parcial” propuesto por la antropóloga Marilyn Strathern, emergen diferentes articulaciones entre ese modo “otro” de conocer y los vinculados con el régimen de hacienda, al proceso de sindicalización del campesinado, al movimiento indigenista, a la reivindicación folk de las comunidades quechua hablantes y hasta los circuitos de la espiritualidad Nueva Era más recientes.

El volumen está organizado de modo experimental en siete capítulos redactados, cada uno, como una “historia” independiente que sigue la cronología vital de Mariano y Nazario. Las “historias” son “cortadas” por extensas notas redactadas como viñetas que traen anécdotas y reflexiones que pueden leerse independientemente. La propia obra es un compuesto de textos entramados en una larga conversación que sirve de hilo. La primera “historia” funciona como una introducción, da cuenta de cómo se estableció la relación entre la autora y la familia Turpo y subraya el recurso a las “conexiones parciales” como una herramienta que es tan epistemológica como política. El resto del trabajo se divide en dos secciones, cada una compuesta por tres “historias”.

La primera sección introduce la figura de Mariano Turpo y recorre su trayectoria y experiencias políticas como líder indígena en la lucha por la tenencia de la tierra durante la crisis del sistema de hacienda en la década de los sesenta, los usos múltiples de los recursos legales (habilitados por su conocimiento de los artilugios burocráticos y su relación con los abogados de la ciudad) y los recursos cosmológicos (habilitados por su relación con el Ausangate). Un último aspecto es un análisis sobre los “documentos” de Mariano Turpo y su historia. Se destaca allí una reflexión interesante sobre el estatuto del “archivo” en el contexto del ayllu andino, su régimen relacional de la propiedad entre personas, artefactos, seres no humanos y medioambiente, así como la idea de “evento” como contra-historia.

La segunda sección presenta a Nazario y su conversión al “shamanismo andino global”, manteniendo las especificidades de su propia socialidad y también su inserción, o su “conexión parcial”, en las tramas del multiculturalismo neoliberal y el reconocimiento mercantilizado de la “cultura andina”. Se destaca allí un sutil análisis de los diferentes regímenes de existencia que conviven con el turismo global y, particularmente, con políticas gubernamentales que, inspirados en la reivindicación étnica multicultural de las últimas décadas, invitan a Nazario y otros pobladores del departamento de Cuzco a realizar sus “despachos” como “sacerdotes andinos”.

En sintonía con otros análisis recientes sobre los procesos de reconocimiento indígenas (por parte del Estado y de ONG con la expertise de una zona folklorizante de la antropología académica) y su reivindicación “espiritual”, muchas veces cercana a la espiritualidad Nueva Era en clave indigenista, como muestran por ejemplo los trabajos de Jaques Gallinier y Antoinette Moliné, De La Cadena se detiene en un proceso contemporáneo que articula remergencia de las identidades indígenas y “espiritualidad”. Sin embargo, lejos de centrarse solo en la supuesta homogeneización de la ideología multicultural, muestra una multiplicidad de formas de estar y de vivir en las que conviven el indigenismo espiritualizado de la Nueva Era con formas diferenciales propias del modo de vida de las comunidades cercanas al Ausangate.

Inspirada en algunos trabajos que adquirieron fuerte relevancia en las últimas tres décadas sobre las reacciones entre personas humanas y personas, entes o agentes no humanos en la construcción social del conocimiento, tanto en las sociedades occidentales modernas como en algunos ámbitos estrictamente indígenas, De la Cadena produjo una operación significativa y original: hacer una transposición de algunos de esos conceptos, ya estabilizados en un enfoque antropológico sui generis, a un espacio andino.

A diferencia de Argentina, donde la región andina constituye una “periferia” del relato nacional, en otros países del cono sur la “cuestión andina” organizó sus narrativas y contra-narrativas nacionales. Particularmente en Perú, el racialismo, el mestizaje y el indigenismo delinearon singulares representaciones sobre lo indígena. Su lugar central en esa reflexión hizo de la antropología practicada allí, aunque también en Bolivia, un espacio muy central sobre el área andina como un “todo”, tan ambicioso como problemático. Por esa razón, Earth being es una obra que innova en un contexto con una tradición académica particularmente fuerte, con efectos abiertos en el futuro inmediato.

En la década de los setenta, una serie de investigadores locales y extranjeros que realizaron investigaciones en Bolivia, Perú, Ecuador, y en menor grado en el noroeste de Argentina, desarrollaron un campo heterogéneo y fecundo, con diferentes perspectivas teóricas, en vías de consolidación y diversificación. El propio trabajo anterior de Marisol de la Cadena que se insertó originalmente en la problemática más clásica de la identidad y con una perspectiva histórica es parte de esa renovación, aunque siguiendo un modelo más centrado en el problema de las relaciones interétnicas en Perú. Esa impronta resulta explícita en la dedicatoria del libro: Mariano, Nazario y el antropólogo Carlos Iván de Gregori, renovador en Perú de una reflexión modernizadora en la antropología social.

Creemos que Earth beings posee una fuerte innovación en los estudios de la antropología andina en cuestiones relativas a la complejidad de modos de conocimiento y de construcción de la persona, complejidades que rompen con la imagen estática de una “racionalidad otra” cerrada sobre sí misma. Al mismo tiempo, muestra un desplazamiento de las preocupaciones originales de la autora, ya anticipadas en otras publicaciones que extienden su reflexión original sobre la etnicidad a una base no estrictamente sociológica de la indigenidad y a la “cosmopolítica” en los Andes. Un ejemplo de esa complejidad que el trabajo encarna es el modo en que la socialidad especifica de Mariano y Nazario se articula con la política, lo que abre un camino novedoso para reflexionar sobre procesos contemporáneos claves. Esa socialidad, es bueno decirlo, se entiende en el sentido que propone Marilyn Strathern, es decir, nunca esencial y siempre delineada por medio de una operación de contraste ficcional con otras socialidades diferenciales.

Earth beings posee al menos dos aspectos que nos parecen sugerentes y originales para la antropología en los Andes y eso tiene que ver con su simultaneidad entre cosmología y política. Por un lado, porque puede ser una herramienta sustantiva para repensar y hacer más plural el horizonte de viejas y renovadas ideologías indigenistas. El “pachamamismo”, por ejemplo, podría ser repensado más allá de sus “usos estratégicos” en la lógica Estatal, la de los movimientos sociales o en sus pliegues con las espiritualidades Nueva Era mundializadas. Corriendo el foco exclusivo de los líderes políticos y los referentes espirituales pueden incluirse allí a socialidades en donde el vínculo con seres no-humanos adquiere un sentido más explícito y cotidiano. Por otro lado, hay un camino sustantivo en el del propio concepto de “cosmopolítica”, que amplia nuestras concepciones de la política más allá del su horizonte secular y naturalista al mismo tiempo que politiza los análisis más clásicos de la cosmología indígena.

1.

Doctor en Antropología Social (PPGAS-MN), Investigador del CONICET y docente del IDAES-UNSAM.