De los movimientos sociales al compromiso político

Un itinerario de los estudios sobre movilización

Adrián Berardi,1 Sebastián Pereyra,2 Martín Armelino,3 Violeta Dikenstein,4 Natalia Fernández,5 Mariana Gené,6 Favio Josin,7 Luisina Perelmiter8 y Andrés Scharager9

Resumen

Este artículo explora los cambios en la agenda de investigación sobre movilización social en Argentina, específicamente la transición del estudio de los movimientos sociales al estudio del compromiso político. Los autores analizan el desarrollo de la investigación bajo estos paradigmas y discuten los alcances y limitaciones de esta transformación. Proponen un análisis comparativo de los distintos ámbitos y escenarios donde se puede estudiar el compromiso político, incluidos el papel de los profesionales de la política, los militantes sindicales, los activistas sociales en la política electoral, el activismo institucional en las políticas sociales, el activismo de los movimientos de víctimas, las formas de activismo legal y el compromiso político en las organizaciones religiosas. El artículo destaca la dinámica cambiante de la movilización y la necesidad de una comprensión más amplia del compromiso político en la sociedad contemporánea.

Palabras clave: movilización social, movimientos sociales, compromiso político, Argentina

Abstract

This article explores the shifts in the research agenda on social mobilization in Argentina, specifically the transition from studying social movements to studying political commitment. The authors analyze the development of research under these paradigms and discuss the scope and limitations of this transformation. They propose a comparative analysis of different domains and scenarios where political commitment could be studied (the role of political professionals, union militants, social activists in electoral politics, institutional activism in social policies, activism of victims' movements, forms of legal activism, and political commitment in religious organizations). The article highlights the changing dynamics of mobilization and the need for a broader understanding of political commitment in contemporary society.

Keywords: social mobilization, social movements, political engagement, Argentina.

Introducción

Este artículo propone una reflexión sobre algunas de las transformaciones que se produjeron en los últimos años en la agenda de investigaciones sobre movilización social en nuestro país. Proponemos una lectura que registra un cierto declive de los estudios focalizados en la categoría de movimientos sociales y el desarrollo de un campo de estudios ampliado en torno de la noción de compromiso político. Dicha transformación, progresiva y no exenta de matices, supone un cambio importante en las preguntas de investigación, así como en el modo de concebir los objetos y los modos de trabajo. Partiendo de un registro de la producción de diversas investigaciones que se desarrollaron durante los últimos años en el IDAES, este texto propone un análisis de los modos de desarrollo del trabajo de investigación bajo uno y otro paradigma y reflexiona sobre los alcances y límites de esta transformación.

Como mostramos en estas páginas, las indagaciones sobre la génesis de actores colectivos y su dinámica política han dado lugar a estudios más focalizados en trayectorias individuales, en redes de interacción y, en general, a procesos más bien microsociológicos. A la vez, las preguntas sobre el compromiso político permitieron redefinir el marco clásico de estudios sobre actores sociales contestatarios y poner en un mismo plano modos de involucramiento que se desarrollan en ámbitos diferentes (partidarios, sindicales, de organizaciones sociales o incluso múltiples), bajo modalidades distintas (más o menos profesionalizados, más o menos orgánicos, etc.) y con modos de intervención política de distinto orden (más o menos institucional, más o menos disruptivo, etc.).

Del estudio de los movimientos sociales al compromiso político

El término “movimiento social” ha sido el eje de la constitución de un verdadero campo de estudios a nivel internacional desde la década de 1970 en adelante.10 En América Latina, fue el contexto de los procesos de democratización el que favoreció la recepción y apropiación de este campo de indagación.11 A lo largo de los años, este concepto ha sido una de las herramientas conceptuales más utilizadas para el trabajo de investigación, así como el objeto de debates intelectuales e incluso como un vocabulario específico incorporado a nuestro lenguaje en la vida cotidiana.

La noción de movimiento social fue propicia para el estudio de la conformación de actores colectivos con fuerte presencia y capacidad de intervención en la vida política de nuestras sociedades. Actores que, a su vez, no formaban parte del universo de las instituciones de la política representativa (gobierno, partidos políticos, sindicatos, cámaras empresariales, etc.). El estudio de los movimientos sociales permitió así observar la expresión de conflictos y antagonismos en la sociedad que dan lugar al despliegue de formas de solidaridad colectiva y que cristalizan en redes más o menos informales y en la configuración de identidades en común.

En Argentina, al igual que en el resto de la región, los estudios sobre movimientos sociales crecieron y se consolidaron en estos últimos cuarenta años. Como en otras latitudes lo hicieron registrando y analizando elementos novedosos en el escenario de la movilización social, con especial énfasis en procesos de organización anclados en la vida cotidiana, diferenciada de la alta política, y con las expectativas puestas en su vocación y capacidad democratizadora de las relaciones sociales. Dinámicas de movilización en torno a los derechos humanos, mujeres y feminismos, jóvenes y estudiantes despertaron un fuerte interés en los trabajos de investigación al igual que las dinámicas de democratización en actores con una larga tradición en la región como los sindicatos y movimientos campesinos. En olas sucesivas, otros conflictos ligados a la desocupación, la resistencia a las políticas pro mercado, la economía popular, el ambientalismo o una nueva ola feminista fueron y son estudiados como el germen de movimientos sociales que crean espacios de solidaridad, despliegan distintas modalidades de protesta y se inscriben en un horizonte de transformación que interpela a las sociedades nacionales.12

En las últimas décadas, el interés por la noción de “movimiento social” como categoría para investigar los fenómenos de movilización social ha comenzado a declinar. Ello puede verse en un uso cada vez más laxo de la noción, por ejemplo, para referirse a campañas específicas de movilización o protesta, o bien para designar a grupos u organizaciones específicas vinculadas a la intermediación y organización de sectores populares en relación con la política social o la economía informal. Al mismo tiempo, los fenómenos de movilización se han transformado, dando lugar a una desestructuración de las dinámicas clásicas de la acción colectiva y a una multiplicación y diversificación de los mecanismos y las escalas de acción.

En ese marco, en los últimos años la preocupación por la constitución y dinámica de actores colectivos comenzó a dar lugar al estudio de las modalidades de compromiso o involucramiento político. El término recupera algo de la impronta que tuvieron las preguntas más clásicas sobre participación y cultura política en las ciencias sociales de mediados del siglo XX, pero lo hace, creemos, a partir de dos cambios fundamentales. A diferencia de la noción de participación política, el compromiso es definido como un elemento de orden procesual y no como la expresión de una decisión o elección. Además, mientras que la visión clásica de la participación asumía una geografía más bien estática de la política, focalizada en la estructura y dinámica del sistema político, la noción de compromiso político tiende a plantear preguntas de carácter exploratorio sobre la diversidad de ámbitos de involucramiento y participación realmente existentes sin una definición cerrada o a priori. El modelo procesual reemplaza la pregunta sobre por qué las personas se involucran por el modo en cómo lo hacen (Agrikoliansky, 2017).

El término compromiso político es utilizado para analizar las diversas maneras en que las prácticas de los actores se vinculan con la política, sin que ello sugiera una participación exclusiva, ni excluyente, a través de las instituciones formales del sistema político. Esto permite pensar que la militancia y el activismo pueden desarrollarse en ámbitos muy diferentes o que incluso se desarrollan más allá de la vinculación de los sujetos con organizaciones específicas.13

Mientras que los estudios de los movimientos sociales analizaron el compromiso a partir del modelo de la membresía organizacional, la perspectiva procesual propone analizar distintas modalidades de involucramiento que pueden incluir el compromiso con una organización o grupo, pero también con una causa, con una idea, con un liderazgo o, incluso, consigo mismo, con una idea de autorrealización (Lichterman, 1996: 6).

En conclusión, el análisis procesual del compromiso permite dar cuenta de la forma en que los sujetos se involucran a la política a lo largo del tiempo, más allá o independientemente de una organización específica, a partir de observar hitos o momentos que influyeron para continuar o abandonar dicho compromiso.

Del papel al campo: hacia una nueva agenda de investigación

Con estas transformaciones en mente, en el año 2021 decidimos poner en marcha un proyecto que indaga de modo comparativo procesos de involucramiento político en ámbitos diversos. Aprovechando investigaciones y trabajos de campo en curso, elaboramos algunas preguntas comunes para analizar el modo en que se producen y desarrollan formas de compromiso político en nuestro país en la actualidad.

Los campos en los que se situó esta investigación los dividimos en dos grandes ejes de observación: I) La política institucional y sus intersecciones y II) Nuevas formas de activismo. A continuación, presentamos una breve síntesis de cada una de las líneas de investigación.

I. La política institucional y sus intersecciones

II. Nuevas formas activismo y militancia

I.1. El compromiso en los profesionales de la política

II.1. Movimientos de víctimas

I.2. La vida partidaria de militantes sindicales

II.2. El activismo de afectados por una inundación

I.3. El salto electoral de militantes sociales

II.3. Las formas del activismo jurídico

I.4. El activismo institucional en la política social

II.4. El compromiso político en organizaciones religiosas

II.5. Activistas locales de la seguridad

I.1. El compromiso en los profesionales de la política

En este eje se indagó en el compromiso y las prácticas específicas de un tipo particular de profesionales de la política: los armadores. Si bien los partidos y el Estado son los espacios más “clásicos” del compromiso político, se puede ser político de muchas maneras. Tanto los modos de llegar como los de permanecer en esos cargos son altamente variables, y existe una cierta división del trabajo político que hace distintos a los diferentes roles según los públicos con los que interactúan y las principales tareas que realizan. Por eso, las trayectorias de las primeras y segundas líneas del Ministerio del Interior desde 1983 dan cuenta de una cartera habitada por políticos altamente profesionalizados, donde no hay lugar para outsiders.

Expertos en negociación entre pares, en vínculos con distintos tipos de actores de poder y en la planificación de estrategias para intentar ganar elecciones y para sostener la gobernabilidad, los armadores políticos funcionan a la vez delante y detrás de escena. Son responsables de los acuerdos semisecretos al interior del mundo político y también de comunicar y defender la agenda de gobierno ante el público más amplio. Si bien la valoración pública de muchos armadores tiende a ser baja y sus actividades están sospechadas, muchos de ellos tuvieron lugares destacados en los distintos proyectos políticos desde el restablecimiento de la democracia, porque son sostenes del día a día de la “política en minúsculas” (Gené, 2019).

I.2. La vida partidaria de militantes sindicales

El punto de partida de este eje fue la indagación sobre el resurgimiento sindical durante los gobiernos kirchneristas. Nuestro trabajo se ocupó de analizar el aumento sostenido de sindicalistas en la competencia electoral, en particular a través de su incorporación en las listas de diputados nacionales. Observar la cantidad de sindicalistas en esta cámara en un periodo determinado permite explorar su influencia en el armado de las listas de los distintos partidos políticos y, más en general, posibilita advertir su peso en las coaliciones oficialistas y opositoras. Con esta evidencia, observamos la participación electoral del sindicalismo peronista en la coalición gubernamental y en las filas opositoras.

A diferencia del ostracismo deliberado que asumieron durante los noventa, la recuperación de la voz sindical en algunos de los debates políticos de los años 2000-2010 y, sobre todo, la recuperación de su ejercicio de representación partidaria de los trabajadores organizados insufló a la dirigencia obrera que participó en la competencia electoral un renovado compromiso militante con la política. Sin embargo, el intento de tejer redes para recuperar terreno militante en los municipios no resultó eficaz, mostrando en cierto sentido los límites de compatibilidad entre la tarea sindical y la político-electoral.

I.3. El salto electoral de militantes sociales

El foco en este trabajo fue la indagación sobre los modos de involucramiento en la competencia electoral por parte de movimientos socioterritoriales. La pregunta que guió esta investigación fue si los militantes sociales se reconvertían en políticos profesionales a partir de su involucramiento en las contiendas electorales. Para esto, se observó inicialmente la incidencia de estos militantes en la oferta electoral, ya sea con partidos constituidos por las propias organizaciones o mediante alianzas con partidos preexistentes. Los primeros resultados permitieron observar que el peso en la oferta electoral a diputados nacionales de candidatos provenientes de movimientos socio -territoriales en el período 2003-2015 tiene una incidencia muy baja y se trata de un fenómeno más vinculado a la conformación de alianzas que al desarrollo de partidos propios. Por otro lado, en la amplia mayoría de los casos, los candidatos no logran acceder a las bancas como resultado de lo cual retoman su militancia social, esto es, no desarrollan un proceso de reconversión hacia la política profesional. Una mirada global sobre el fenómeno del salto a la política electoral de militantes sociales muestra ciertos límites y dificultades en el proceso de reconversión de un capital político acumulado en otro terreno. Con la investigación aún en curso, es interesante considerar también la pregunta complementaria referida al modo en que esos intentos de salto a la actividad política en la arena electoral impactan, modifican o desencadenan procesos de ajuste en las propias trayectorias de militancia de los sujetos.

I.4. El activismo institucional en la política social

El desplazamiento de la arena institucional de actuación de dirigentes y organizaciones sociales puede entenderse a partir de la noción de activismo institucional14. El hecho de que activistas o militantes de movimientos sociales ocupen cargos es un fenómeno que no es infrecuente en la vida política de los países de América Latina en las últimas décadas. Este eje se ocupó en particular de registrar la experiencia de incorporación a la administración pública nacional, en particular al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, de militantes provenientes de los movimientos de desocupados durante el primer gobierno kirchnerista.

La investigación de estas formas de innovación en el Estado permite reconstruir el modo en que los miembros del movimiento de trabajadores desocupados conviven con otros actores en el espacio estatal; la creación de programas destinados a integrar la práctica militante con la gestión centralizada de políticas sociales; y los efectos que la doble pertenencia de estos grupos tiene a ambos lados del mostrador, en las organizaciones sociales y en el propio Estado. En ese sentido, más allá de la envergadura de estas experiencias, que en particular en el Ministerio de Desarrollo Social fue bastante menor, revistieron cierta relevancia política, al oficiar como reconocimiento a las tareas “sociales” de los movimientos en los barrios y como institucionalización de las prácticas de las organizaciones territoriales en el Estado.

II.1. Movimientos de víctimas

Como parte de un proyecto colectivo sobre movimientos de víctimas en Argentina (Pita y Pereyra, 2020), pudimos observar que dicha categoría se ha incorporado como una referencia importante en los fenómenos de movilización y protesta en nuestro país en las últimas décadas. Personas que se identifican o son identificadas como víctimas emergen en la esfera pública a partir del reclamo de justicia en diferentes tipos de acontecimientos y situaciones. Nuestra pregunta central se vinculó con el desarrollo de un compromiso político por parte de esas víctimas. En ese sentido, habiendo observado que las víctimas tienden a transformarse a través de los reclamos de justicia en activistas o militantes políticos, nos preguntamos por los rasgos, características y alcance del compromiso que desarrollan.

Explorando las características que revisten las actividades de las víctimas movilizadas, llegamos a la conclusión de que existen tres tipos principales de compromiso político: a) relativo al propio caso; b) vinculado con una causa o marco de acción colectiva y c) abierto a una carrera política. Si bien esta tipología tiene la capacidad de mostrar las diferencias en los modos de compromiso político de las víctimas, también es cierto que debe confrontarse con la dificultad de convertir un proceso en una clasificación. Las formas de compromiso se expresan en trayectorias que congelamos en un momento dado pero que pueden variar. La variación puede ser tanto en el sentido de escalar las formas de compromiso (del caso, al marco de acción, a la política institucional), como también en un sentido inverso. Es interesante preguntarse de modo sistemático cómo se transforman esos modos de compromiso político a lo largo del tiempo.

II.2. El activismo de afectados por una inundación

El presente eje se centró en el estudio y análisis del compromiso político de agrupaciones de vecinos que se movilizaron luego de la inundación de la ciudad de La Plata en el año 2013. La investigación nos permitió acceder a las maneras en que estas personas desarrollaron un compromiso político, llevando adelante un conjunto de actividades de diverso tipo: actos para dar visibilidad al reclamo; la producción de “investigaciones profanas” sobre los hechos y en particular sobre la cantidad de víctimas, el impulso de causas judiciales para castigar a los responsables, y el desarrollo de asambleas y organizaciones de víctimas. En nuestro trabajo, nos interesamos fundamentalmente por los mecanismos de reclutamiento que funcionaron para las distintas experiencias de organización. Relevamos dos principios de reclutamiento que funcionaron entre los vecinos movilizados. Por un lado, el barrio o territorio que actuó como lugar e identidad desde donde impulsar el reclamo y, por otro lado, “la sangre” que remite a la movilización de familiares directos de las víctimas fallecidas durante la inundación. Estos principios se mantuvieron como constantes y excluyentes entre los participantes del reclamo, diferenciando los repertorios de acción y las narrativas en las que buscaban fundar sus reclamos.

II.3. Las formas del activismo jurídico

Este eje de trabajo se centró en el estudio de las formas de involucramiento político de actores vinculados al sistema de justicia. En particular, se indagó en las modalidades por las cuales asociaciones de jueces y fiscales, colegios de abogados y otros grupos de interés han intervenido en conflictos político-judiciales acontecidos entre 2013 y 2021. El foco estuvo puesto en las acciones de tipo extra institucional, esto es, aquellas que trascendieron los marcos estrictamente formales (como las tramitaciones legales, los tratamientos legislativos, etc.) y se orientaron al espacio público (publicación de declaraciones, la participación en medios de comunicación masiva, la convocatoria a movilizaciones, etc.).

El estudio permitió reconstruir el involucramiento activo de operadores judiciales para darle un alcance público a conflictos de distinto orden, entre ellos aquellos que tuvieron por objeto la remoción de jueces, la reforma de organismos judiciales o el encarcelamiento de dirigentes políticos. Esta clase de involucramiento no se evidencia solamente en agrupaciones de índole gremial o profesional, sino también en la figura singular de jueces y fiscales actuando en nombre propio o apelando a su rol en cuerpos colectivos. Éstos han tendido a asumir modos de acción relativamente novedosos con relación a sus atribuciones institucionales, como son la organización de foros de debate con dirigentes políticos, la realización de pronunciamientos públicos crecientemente formulados en base a gramáticas políticas, e incluso el llamado a acciones de protesta.

II.4. El compromiso político en organizaciones religiosas

Este eje se centró en el estudio del compromiso político desarrollado por jóvenes militantes y voluntarios de dos organizaciones católicas vigentes desde principios del siglo XX en Argentina: la Acción Católica Argentina (ACA) y Scouts de Argentina Asociación Civil (SAAC). La investigación permitió observar que en las organizaciones se configuran espacios de sociabilidad y se forma a militantes durante largos períodos de tiempo que coinciden con distintas etapas vitales (infancia, juventud, adultez). Allí los sujetos incorporan creencias y valores católicos y scouts (como la solidaridad, el servicio y el sacrificio) y se comprometen progresivamente con actividades educativas, directivas y políticas.

Ese tipo de compromiso implica la adquisición de saberes específicos tales como redactar proyectos, planificar y gestionar actividades, negociar, hablar en público y formar a nuevos miembros, practicados en el interior de las comunidades católicas como por fuera de ellas. De este modo, las organizaciones forman militantes que se desempeñan como referentes de grupos católicos pero que también trasladan los valores, creencias, actitudes y prácticas aprendidos en esos espacios hacia otros ámbitos de militancia -partidos, movimientos, instituciones educativas, universitarias, espacios laborales, etc. Quienes se forman en esos espacios de socialización mantienen y sostienen en el tiempo–más allá de sus ámbitos de intervención- un compromiso forjado en términos de militancia católica.

II.5. Activistas locales de la seguridad

En este eje, abordamos un tipo de activismo asociado al involucramiento vecinal en torno a la problemática de la seguridad en un plano barrial. Se trata de un estudio realizado en el barrio de Barracas, donde un grupo de vecinos interviene activamente y despliega numerosas acciones para aportar a la seguridad del barrio. Estos actores, que pueden presentar características de lo más diversas en términos socioeconómicos, comparten un repertorio que no se encuentra institucionalizado y que involucra prácticas orientadas a velar por el orden del territorio barrial, iniciativas de protesta –firma de petitorios, manifestaciones callejeras-, así como intentos para congregar a otros residentes para discutir cuestiones ligadas a la seguridad.

El rol de vecino activista de la seguridad se desarrolla en relación con otros actores, en particular, en interacción con el Estado. Instancias tales como foros de seguridad, reuniones en comisarías, encuentros organizados por el Gobierno de la Ciudad son espacios donde los vecinos activistas hacen contacto con autoridades comunales, funcionarios y personal policial. Más allá de que sus prácticas y el tipo de compromiso que desarrollan no es fácilmente clasificable, los vecinos activistas también se fabrican un capital basado en un conocimiento detallado del barrio, una notoriedad adquirida y una expertise en temas de seguridad que pueden hacer valer en los diferentes escenarios de actuación.

Comentarios finales

En conjunto, todos estos ejes permiten indagar distintos tipos de ámbitos y escenarios donde se desarrollan formas del compromiso político en la actualidad. En todos los casos, observamos procesos y dinámicas que se llevan adelante y se sostienen a lo largo del tiempo y que implican prácticas particulares, así como la adquisición de saberes específicos.

Dos ideas principales guían en definitiva el desarrollo de nuestra estrategia comparativa; la primera es que existen continuidades y puntos de contacto entre los distintos ámbitos en los que se desarrolla el compromiso político. En ese sentido, creemos que pueden estudiarse con preguntas similares las prácticas de activismo y militancia que se llevan adelante en ámbitos disímiles como las organizaciones sociales de distintas características, político-partidarias o sindicales, así como también puede plantearse el problema del involucramiento o la militancia en ámbitos estatales. La segunda es que una perspectiva amplia y comparativa puede permitir explorar la diversificación creciente de modalidades del compromiso político. Efectivamente, creemos que a la distinción clásica de dos modos de compromiso –un modelo “tradicional” (el modelo militante) del compromiso ligado al desarrollo de una carrera política, con dedicación full time y otro más reciente (el modelo activista), más episódico y de carácter flexible– pueden agregarse otras diferenciaciones que se vinculan con el tipo de prácticas realizadas y con aspectos específicos de las causas o las arenas en las que se lleva adelante el involucramiento.

Referencias bibliográficas

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1 Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales - Universidad Nacional de San Martín, https://orcid.org/0000-0003-4269-7400, aberardispairani@unsam.edu.ar

2 Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales - Universidad Nacional de San Martín /Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, https://orcid.org/000-0003-3220-9290, pereyras@unsam.edu.ar

3 Escuela de Política y Gobierno/Instituto de Investigaciones Políticas - Universidad Nacional de San Martín /Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, https://orcid.org/0000-0002-9812-6917, marmelino@unsam.edu.ar

4 Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales - Universidad Nacional de San Martín /Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, https://orcid.org/0000-0001-5953-913X, vdikenstein@unsam.edu.ar

5 Centro de Estudios e Investigaciones Laborales - Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas/ Universidad Nacional de Quilmes, https://orcid.org/0000-0001-7841-9889, fernandez.nt@gmail.com

6 Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales - Universidad Nacional de San Martín /Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, https://orcid.org/0000-0002-7699-7121, mgene@unsam.edu.ar

7 Facultad de Trabajo Social - Universidad Nacional de La Plata, https://orcid.org/0009-0001-8695-9233, fjosin@hotmail.com

8 Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales - Universidad Nacional de San Martín /Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, https://orcid.org/0000-0003-3382-8675, lperelmiter@unsam.edu.ar

9 Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales - Universidad Nacional de San Martín /Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, https://orcid.org/0000-0001-8217-6496, ascharager@unsam.edu.ar

10 Las referencias en y sobre este campo de estudios son muy profusas. Para algunas síntesis históricas y conceptuales, ver: Stekelenburg y Klandermans, 2008.

11 Ver, entre otros: Somma, 2020; Pereyra, 2022.

12 Los trabajos pioneros a escala regional se pueden leer en Calderón y Jelin (1987). Para algunas síntesis también ver los volúmenes colectivos Almeida y Cordero Ulate (2015) y Rossi (2023).

13 Sawicki y Siméant sostienen que la dimensión política del compromiso está ligada a “la participación durable en acciones colectivas que tienen como objetivo la defensa o la promoción de una causa” (Sawicki y Siméant, 2009, p. 98). Lichterman (1996), por su parte, sostiene que el componente político está dado por el “espíritu público” de las acciones, es decir su orientación a la obtención de bienes comunes. Los estudios oscilan, en este aspecto, en utilizar definiciones analíticas como estas o bien apegarse al uso nativo de la categoría “política” para definir, recortar o diferenciar las prácticas que llevan adelante.

14 Santoro y McGuire (1997: 504) consideran activistas institucionales a los “…participantes de movimientos sociales que ocupan cargos formales en el gobierno y que persiguen objetivos del movimiento a través de los canales burocráticos convencionales. En una perspectiva similar, Abers (2019, p. 2) define el activismo burocrático como “…acción colectiva en defensa de causas conflictivas (contentious causes) llevada adelante dentro de los límites de las instituciones estatales.