DOSSIER: AVANCES EN LA INVESTIGACIÓN DEL ARTE RUPESTRE, ENTRE LA INTERPRETACIÓN Y LA ARQUEOMETRÍA

El arte rupestre de Las Chapas. Valle inferior-medio del Río Chubut, Patagonia Argentina

The rock art of Las Chapas. Lower-middle valley of Chubut River, Patagonia Argentina

Verónica Schuster
CONICET, Argentina

Anuario TAREA

Universidad Nacional de San Martín, Argentina

ISSN: 2469-0422

ISSN-e: 2362-6070

Periodicidad: Anual

núm. 8, 2021

atarea@unsam.edu.ar

Recepción: 15 Julio 2021

Aprobación: 06 Septiembre 2021



Copyright Anuario TAREA 2021

Resumen: Las tareas arqueológicas emprendidas en la localidad Las Chapas (Dpto. Mártires, provincia del Chubut) han permitido registrar diversos sitios arqueológicos en un área que carecía de investigaciones sistemáticas previas al inicio de nuestros trabajos de investigación. Particularmente aquí se informará sobre los aleros y cuevas labradas en la Formación Marifil que presentan arte rupestre. Hasta el momento, estas representaciones parecen restringirse a la técnica de pintura, y dentro de esta modalidad son frecuentes los motivos geométricos y la monocromía del color rojo. En este trabajo se presentan los resultados obtenidos del registro y análisis de estos sitios y sus representaciones plásticas, esperando a partir de ello, delinear características particulares del arte rupestre de esta localidad que puedan ser integradas con el registro arqueológico de otras zonas colindantes del valle del río Chubut estudiadas a la fecha.

Palabras clave: Cazadores recolectores, Arte rupestre, Río Chubut, Patagonia Argentina.

Abstract: The archaeological work in Las Chapas locality (Mártires, Chubut province) has made it possible to register archaeological sites in an area that did not have systematic investigations prior to our investigation. This presentation will report on eaves and caves carved in the Marifil Formation that present rock art. To date these representations seem to be restricted of painting. In this modality, geometric motifs and red monochrome pigment are common. The results obtained from registration and analysis of the sites and their plastic representations are presented in this work. With this, it is expected to delineate particular characteristics of the rock art of this locality to be integrated into the archaeological record of Chubut river valley.

Keywords: Hunter-gatherers, Rock art, Chubut river, Patagonia, Argentina.

El arte rupestre de Las Chapas. Valle inferior-medio del Río Chubut, Patagonia Argentina

Verónica Schuster

IDEAus, CENPAT - CONICET

schusterveronica@gmail.com

https://orcid.org/000-0003-0379-6991

Resumen

Las tareas arqueológicas emprendidas en la localidad Las Chapas (Dpto. Mártires, provincia del Chubut) han permitido registrar diversos sitios arqueológicos en un área que carecía de investigaciones sistemáticas previas al inicio de nuestros trabajos de investigación. Particularmente aquí se informará sobre los aleros y cuevas labradas en la Formación Marifil que presentan arte rupestre. Hasta el momento, estas representaciones parecen restringirse a la técnica de pintura, y dentro de esta modalidad son frecuentes los motivos geométricos y la monocromía del color rojo. En este trabajo se presentan los resultados obtenidos del registro y análisis de estos sitios y sus representaciones plásticas, esperando a partir de ello, delinear características particulares del arte rupestre de esta localidad que puedan ser integradas con el registro arqueológico de otras zonas colindantes del valle del río Chubut estudiadas a la fecha.

Palabras clave: Cazadores recolectores; Arte rupestre; Río Chubut; Patagonia Argentina

The rock art of Las Chapas. Lower-middle valley of Chubut River, Patagonia Argentina

Abstract

The archaeological work in Las Chapas locality (Mártires, Chubut province) has made it possible to register archaeological sites in an area that did not have systematic investigations prior to our investigation. This presentation will report on eaves and caves carved in the Marifil Formation that present rock art. To date these representations seem to be restricted of painting. In this modality, geometric motifs and red monochrome pigment are common. The results obtained from registration and analysis of the sites and their plastic representations are presented in this work. With this, it is expected to delineate particular characteristics of the rock art of this locality to be integrated into the archaeological record of Chubut river valley.

Keywords: Hunter-gatherers; Rock art; Chubut river; Patagonia; Argentina

Fecha de recepción: 15/07/2021

Fecha de aceptación: 06/09/2021

Introducción

El valle inferior medio del río Chubut –zona de interés de este trabajo– no ha sido objeto de estudios arqueológicos sistemáticos hasta que se comenzó con un proyecto de investigación en el año 2014. Las labores iníciales se han centrado principalmente en las localidades Villa Florentino Ameghino y Las Chapas (Fig. 1), sin embargo, el área de afectación total del mismo abarca 7.600 km. aproximadamente.

El ambiente del cauce y valle del río habría resultado muy favorable para la subsistencia humana en el pasado, principalmente porque el recurso más crítico en la actual provincia del Chubut –el agua– aquí abunda y es permanente, al igual que la fauna –terrestre y dulceacuícola–, los recursos leñosos y los vegetales que se encuentran en cantidades y volúmenes importantes. La geología también resulta importante a la hora de evaluar la aptitud de la región para la vida humana del pasado, y en este caso, la geología regional aporta además de refugios en cuevas o aleros, materias primas líticas para la confección de herramientas, y minerales para su uso como pigmentos y/o para la preparación de pinturas.[1]

Ubicación del área de estudio en la localidad Las Chapas y de los sitiosarqueológicos y localidades mencionados en este trabajo.
FIGURA 1
Ubicación del área de estudio en la localidad Las Chapas y de los sitiosarqueológicos y localidades mencionados en este trabajo.

A partir de prospecciones sistemáticas llevadas a cabo en la localidad Las Chapas (Fig. 1), se detectaron diversos sitios a cielo abierto, estratificados en cuevas o aleros con arte rupestre, estructuras funerarias o chenques, cantera-talleres y hallazgos aislados.[2]

Los sitios con arte se emplazan mayormente en aleros o paredones rocosos y en cuevas socavadas a partir de la desintegración y meteorización de la Formación Marifil –de edad Jurásica– en ambas orillas o costas del río Chubut. Este tipo de manifestaciones en el área de estudio parece restringirse hasta el momento a la técnica de pintura, y dentro de ésta modalidad se destaca la monocromía en color rojo. Los motivos más frecuentes –además de los indeterminados y/o desvaídos–, son los abstractos –círculos, líneas rectas, paralelas, entre otras–, en menor medida, los figurativos representados mayormente por pisadas –puma, guanaco y tridígitos–, y finalmente, las grecas y puntiformes.[3]

El objetivo general del proyecto en curso en esta área apunta a entender cómo habitaron e hicieron uso del espacio los grupos humanos de cazadores recolectores que habitaron y/o circularon en este sector del valle. Específicamente, a partir de este trabajo se espera contribuir a la comprensión del arte rupestre regional, informando sobre nuevos sitios en un área sin antecedentes éditos previos, y con miras de integrar dichos datos a las investigaciones que se vienen desarrollando en el tramo inferior y medio del río Chubut desde hace varios años.

Antecedentes arqueológicos

Al comenzar las tareas arqueológicas en el área de Las Chapas se contaba tan solo con algunos informes inéditos realizados por docentes de la Universidad Nacional de La Patagonia San Juan Bosco (Trelew, Chubut) realizados en la década de 1970. En estos manuscritos se notificaron y describieron tres sitios con arte rupestre: dos de ellos con pinturas y un tercero con grabados.[4] El primero de estos sitios, PG I, según la denominación de los autores, se caracterizó por pinturas de color rojo y un solo motivo en amarillo. El segundo de los sitios, PG II, por pintura roja monocromática y motivos geométricos curvilíneos, puntiformes y tridígitos.[5] Y finalmente, el tercero, PG III, una roca aislada al pie de un derrumbe en la margen derecha del río, en la que la técnica de ejecución habría sido el trazo fino, con surco mediano y semi-superficial, representando motivos abstractos y geométricos combinados. En dicho informe,[6] no se manifiesta ningún croquis u otro detalle de esta roca ni de su ubicación. Al considerar que esta sería la única presencia de grabado en el área de estudio hasta la fecha, se recorrió la zona durante uno de los trabajos de campo para intentar dar con este bloque grabado, con resultados negativos.

En un sector próximo al actual Dique Florentino Ameghino (Fig. 1) se cuenta con el antecedente del sitio Chacra Briones. Este era un alero rocoso con arte rupestre que se ubicaba ocho kilómetros aguas arriba del dique homónimo, pero quedó bajo las aguas del río a partir de la construcción y puesta en funcionamiento de la represa en la década de 1960. Menghín fue quién realizó excavaciones de rescate en este sitio, aunque recién muchos años después se informaron los primeros datos de su trabajo. El material recuperado en estratigrafía –fundamentalmente lítico, algunos tiestos y una pieza cerámica casi completa– fue publicado en la década de 1980.[7] La única referencia que se tiene respecto de sus pinturas es que estas componían nueve grupos, con diversidad de colores –rojo, amarillo, negro y blanco– y que representaban complicados símbolos geométricos y algunas grecas.[8] De esta breve mención, es interesante la variedad de tonalidades plasmadas en un mismo alero que no se registran en los sitios identificados y estudiados hasta el momento en el área de Las Chapas, tal como se verá más adelante.

Metodología

Las tareas arqueológicas de campo desarrolladas hasta el momento han permitido detectar siete sitios con arte rupestre en la localidad de estudio, ellos son: Cueva del León, Cueva Conrad, Alero Piedra Pintada, Alero Reticulado, Alero Alejandra, Alero Piedra Grande y Cueva Luna Pont (Fig. 1 y Tabla 1). Todos estos sitios fueron registrados al cabo de varias prospecciones sistemáticas que se realizaron sobre la costa izquierda del río. Estas consistieron en transectas paralelas al cauce actual del río –y sobre los paredones o bardas de la Fm. Marifil– con una extensión de 10km. Además, se realizaron prospecciones dirigidas que tuvieron como objetivo específico los cañadones que conectan los sectores más elevados del paisaje (pampas altas) con la costa del río. No obstante, la cueva Luna Pont es el único sitio que se emplaza en la costa o margen derecha del río, habiéndose relevado ex profeso a partir de la información recuperada en la bibliografía de referencia ya mencionada en el acápite anterior. Finalmente, cabe mencionar que tres de estos sitios –Alejandra, Conrad y Piedra Pintada– han sido sondeados y actualmente se encuentran en proceso de excavación. La información obtenida de los materiales arqueológicos recuperados en superficie de los sitios Luna Pont, Conrad y Alejandra, así como los obtenidos de los sondeos y/o excavación en la cueva Luna Pont y en el alero Alejandra ya han sido presentados anteriormente.[9] Los materiales registrados en los nuevos y últimos sondeos y/o excavaciones realizados durante el año en curso –Piedra Pintada y Conrad– están aún siendo aún procesados.

Específicamente, respecto de las labores de registro y caracterización del arte rupestre, se han desarrollado hasta el momento las siguientes etapas:

1) descripción y caracterización de las manifestaciones rupestres y los soportes rocosos en donde éstas se plasmaron;

2) registro fotográfico de los diversos paneles –o unidades topográficas– y sus respectivos motivos;

3) procesamiento digital de las imágenes obtenidas con Dstrech;

4) estudio de la roca de caja por petrografía y/o difracción de rayos X según el caso;

5) análisis de la composición inorgánica de las pinturas con un equipo portátil de fluorescencia de rayos X, y finalmente;

6) relevamiento, registro y análisis especializado (químicos y/o de difracción de rayos X) de las diversas fuentes de materias primas locales con potenciales cualidades pigmentarias.

En este trabajo se presentan los resultados obtenidos de las primeras tres etapas mencionadas, particularmente, las relacionadas a la caracterización inicial del arte rupestre de la localidad bajo estudio. Las tareas sistemáticas en el área comenzaron en 2014, primeramente con un registro expeditivo de las pinturas observadas en cada uno de los sitios. En trabajos de campo posteriores se llevó a cabo un relevamiento detallado de los motivos y los soportes, delimitando los diversos paneles o unidades topográficas con arte por cada sitio; respecto de los motivos, se incluyeron nuevas fotografías y/o dibujos a mano a alzada según los casos.

En gabinete se trabajó en el procesamiento de las imágenes con el programa Dstrech por medio del cual se pudieron individualizar nuevos motivos y/o redefinir algunos no claramente observados in situ y/o en las imágenes fotográficas. Asimismo, se sistematizó la información obtenida estableciendo tipos generales de motivos –abstractos, figurativos, indeterminados–, así como una categorización general de las representaciones[10] que fueron cuantificadas en tablas o gráficos Excel.

Características generales de los sitios con arte rupestre registrados en Las Chapas
TABLA 1
Características generales de los sitios con arte rupestre registrados en Las Chapas

Manifestaciones rupestres de Las Chapas

A continuación, se describen los sitios con manifestaciones rupestres detectados y estudiados en el área de estudio a la fecha.

Piedra Grande (PG II)

Es un alero orientado al sur y emplazado a escasos metros del cauce actual del río (Tabla 1). Este sitio además del alero, presenta un perfil asimétrico –propio de la deformación estructural de la roca– que le otorga una leve inclinación hacia el oeste y lo convierte en un lugar más cerrado y de baja altura –no mayor a 1,30 m– a modo de cueva (Fig 2.A, 2.B y 2.D). Las manifestaciones rupestres se presentan solo en el alero y en una superficie lineal de ocho metros aproximadamente (Fig. 2.A).

Las pinturas rupestres son rojas monocromas (solo hay un caso bícromo con negro y un motivo blanco dudoso) que se disponen tanto espacios amplios y superficie planas, como lugares muy pequeños o salientes entre las rocas. La mayoría de los motivos son abstractos, aunque también hay figurativos, y en menor medida, motivos desvaídos e indeterminados (Figs. 2.C y 6).

Este sitio que no recibe insolación directa en ninguna estación del año, manifiesta un grado regular de preservación de sus pinturas, aunque afortunadamente no presente deterioro antrópico a pesar de ser un paraje reconocido y visitado frecuentemente por la población local.

Alero Piedra Grande: (A) vista general del alero; (B) planta del sitio; (C) detalle de unpanel con pintura roja; (D) corte esquemático del sitio.
FIGURA 2
Alero Piedra Grande: (A) vista general del alero; (B) planta del sitio; (C) detalle de unpanel con pintura roja; (D) corte esquemático del sitio.

Luna Pont (PG-IV)

Es una cueva con orientación al norte, que se compone de tres recintos que van reduciéndose en tamaño a medida que se adentra en su interior (Tabla 1 y Fig. 3.D). La boca o abertura de la misma mide un poco más de tres metros de ancho, y por fuera de la línea de goteo, presenta una superficie de uso muy angosta y reducida de solo cuatro metros de ancho aunque con un largo de 25 m (Figs. 3.D y 3.F). El área de entrada a la cueva es la que presenta el 90.9% de las manifestaciones rupestres en las paredes este y oeste respectivamente, con pinturas rojas monocromas y motivos de grecas y abstractos (Fig. 3.G). Sobre la pared oeste (o unidad topográfica 1) se identificaron motivos de puntos y posiblemente de arrastre de dedos –que se encuentran entre los 0,70 y 1,50 m del suelo actual– si bien se presentan parcialmente desvaídos y/u obliterados por materiales arcillosos y líquenes (Figs. 3.A y 3.C). La pared este (o unidad topográfica 2) presenta por su parte motivos geométricos, líneas almenadas y grecas, así como manchas y/o motivos indeterminados (Fig. 3.D).

Cueva Luna Pont: (A) detalle de un panel con pintura roja en el soporte oeste;(B) motivo amarillo; (C) pintura roja del soporte oeste; (D) planta del sitio; (E) pintura roja delsoporte este obliterada por líquenes y material arcilloso; (F) vista exterior de la cueva;(G) entrada o boca del sitio con soportes pintados.
FIGURA 3
Cueva Luna Pont: (A) detalle de un panel con pintura roja en el soporte oeste;(B) motivo amarillo; (C) pintura roja del soporte oeste; (D) planta del sitio; (E) pintura roja delsoporte este obliterada por líquenes y material arcilloso; (F) vista exterior de la cueva;(G) entrada o boca del sitio con soportes pintados.

En el segundo recinto –sobre la pared oeste o unidad topográfica 3–, hay un único motivo ejecutado por puntos en color amarillo (Fig. 3.B), que se emplaza a 50 cm del suelo actual. Finalmente, en el tercer y último recinto de esta cueva, no fue posible reconocer manifestaciones rupestres debido a una pátina negra de guano que cubre la totalidad de las paredes.

Se recolectaron materiales arqueológicos en superficie en el área de ingreso a la cueva –sobre la boca o abertura– y, en el espacio exterior de la misma que tiene un sector de circulación perimetral de cuatro metros de ancho aproximadamente.[11] Al interior de la cueva no se registraron materiales en superficie debido a una importante acumulación de sedimentos actuales/subactuales junto a heces de vacunos y ovinos de mucha potencia y espesor.

A pesar del acceso dificultoso, esta cueva es muy conocida en la zona y es muy frecuentada con fines turísticos locales. Pobladores de la zona mencionaron que a principios de la década del 1970 se extrajeron de este sitio artefactos de molienda (según los relatos, morteros o molinos grandes y pesados) y restos óseos humanos de al menos un individuo. De los sitios estudiados a la fecha en esta localidad, éste es el único que presenta deterioro antrópico.

Alejandra (PG VII)

Es un alero con orientación al este, de 23 m de largo por un ancho que varía entre los 2 y 7 m (Tabla 1 y Fig. 4.A). En el extremo norte de este paredón –denominado instrumentalmente como sector B (Fig. 4.D)– y a 40 cm por encima del nivel actual del terreno, se presenta sobre una única unidad topográfica un grupo de motivos rojos desvaídos –a modo de manchas– que ocupa una área de 0,50 por 1,10 m aproximadamente (Figs. 4.E y 4.F).

En superficie se recolectaron escasos materiales arqueológicos y se practicaron dos sondeos de 1 m. en el extremo sur del alero –sector denominado A– (Fig. 4.D); el primero de ellos sobre la línea de goteo, y el segundo, al pie de la formación rocosa. De este último sondeo se abrieron dos cuadrículas arqueológicas que continúan siendo excavadas en la actualidad (Figs. 4.B y 4.C).

Respecto a la conservación, cabe señalar que al momento de comenzar las labores arqueológicas en este alero, el mismo era frecuentado habitualmente por ganado vacuno así como también se constató la presencia de un fogón actual en el sector adyacente a las manifestaciones rupestres. (Fig. 4.D)

Alero Alejandra: (A) vista general del alero; (B) y (C) excavación en el sector “A” delsondeo 2; (D) planta del sitio; (E) y (F) detalle de las manchas rojas del sector “B”.
FIGURA 4
Alero Alejandra: (A) vista general del alero; (B) y (C) excavación en el sector “A” delsondeo 2; (D) planta del sitio; (E) y (F) detalle de las manchas rojas del sector “B”.

Conrad (PG-XI)

Este sitio de amplias dimensiones (14,4 x 8,5 m) ha sido considerado como cueva, si bien no es un espacio cerrado como otros casos del área, ya que presenta una boca o entrada muy ancha y alta (14,4 x 5,0 m) y por lo tanto, hace que este lugar sea bastante abierto y luminoso. Por su orientación –hacia el oeste– no tiene vista panorámica al río aunque se encuentra a pocos menos de un kilómetro del cauce actual (Tabla 1, Figs. 5.A y 5.B).

Sobre la pared noroeste se identificaron algunos trazos de pintura roja muy desvaída que se encuentran parcialmente obliteradas por líquenes y materiales arcillosos, y en otros casos, desprendidas en parte a causa de la exfoliación de la roca de caja (Fig. 5.D).

Cueva Conrad: (A) vista del sitio; (B) panorámica desde el interior de la cueva;(C) área de excavación; (D) panel con pintura roja desvaída;
FIGURA 5
Cueva Conrad: (A) vista del sitio; (B) panorámica desde el interior de la cueva;(C) área de excavación; (D) panel con pintura roja desvaída;

Este sitio es el que presentó mayor cantidad y diversidad de materiales arqueológicos en superficie de los reconocidos y registrados por el equipo de trabajo a la fecha, como por ejemplo: puntas de proyectiles de diversas materias primas, desechos de obsidiana, instrumentos de hueso y un tiesto cerámico, entre otros.[12] Se efectuó un sondeo en un sector próximo a las representaciones rupestres (Fig. 5.C), que posteriormente fue ampliado a una excavación arqueológica que ha alcanzado los 50 cm de profundidad y se continúa actualmente.

La exigua conservación de las manifestaciones rupestres en este sitio posiblemente esté relacionada con la exposición solar continua y directa a la que han estado sometidas las pinturas así como también la exfoliación de los soportes rocosos. Finalmente, cabe mencionar que este sitio no presenta alteración antrópica, lo que queda evidenciado por la importante proliferación de materiales arqueológicos recuperados en superficie.

Cueva del León (PG-X)

Es una cueva espaciosa y de importantes dimensiones (10 x 10 m), con una entrada amplia orientada al sur, que permite la observación directa del valle del río que actualmente se encuentra a 200 metros (Tabla 1, Figs. 6.A y 6.B). En este sitio la infiltración solar es nula, ya que es profunda y oscura. La mayor parte de la cueva presenta una pátina negra (guano e infiltraciones) que cubre prácticamente todas las paredes desde el techo hasta el piso actual. No obstante ello, se pudieron identificar trazos de pintura monocromática de color rojo: puntos o dedos en la pared oeste –soporte o unidad topográfica 1– (Fig. 6.C), y líneas paralelas formadas por el arrastre de dedos sobre la pared norte –unidad topográfica 2– en una extensión lineal y continua de 8m aproximadamente (Fig. 6.D). Estos últimos motivos se presentan conformando una especie de “guarda” ya que se encuentran dispuestos intencionalmente en un espacio acotado que se corresponde con una capa estratigráfica diferencial de la roca de caja de la pared. Este diseño se plasmó en la zona de mayor visibilidad, ya que es lo primero que se aprecia al acercarse a la entrada de la cueva. Las restantes manifestaciones rupestres mencionadas se encuentran en un soporte rocoso dentro del sector más cerrado y oscuro de la cueva.

En superficie no se observó material arqueológico. Los únicos que se recolectaron habían sido removidos y redepositados en superficie por un pequeño animal excavador que realizó una madriguera de 30cm de profundidad aproximadamente.[13] Este sitio es muy reconocido en la zona y probablemente ha estado expuesto a la recolección de aficionados o coleccionistas, no obstante, la “ausencia” en superficie de materiales arqueológicos parece deberse a la depositación eólica y a la acumulación de heces compactadas que han sobreelevado la superficie o suelo de la cueva. Finalmente, con relación a la preservación y conservación de las pinturas, la evaluación inicial parece restringir el deterioro de las mismas solo a causas naturales.

Cueva del León: (A) vista del sitio; (B) panorámica del valle desde el interior de lacueva; (C) puntos rojos parcialmente obliterados por patina; (D) detalle del soporte con pinturaroja a modo de “guardas”.
FIGURA 6
Cueva del León: (A) vista del sitio; (B) panorámica del valle desde el interior de lacueva; (C) puntos rojos parcialmente obliterados por patina; (D) detalle del soporte con pinturaroja a modo de “guardas”.

Reticulado (PG-XII)

Es un paredón de 20 x 15 m, orientado al sudoeste, que se proyecta y continúa en una oquedad o alero que ofrece vista panorámica al valle y al río.

La manifestación rupestre detectada –un motivo reticulado pintado de rojo que le dió nombre al sitio– se presenta sobre un paredón o frente rocoso, abarcando una superficie de 29 x 15 x 9 cm. El área donde se plasmó este motivo es el único espacio rocoso de este extenso paredón que presenta una saliente de roca a modo de alero, y que ofrece así, protección a la pintura (Tabla 1, Figs. 7.A y 7.B).

En este sitio no se registró material en superficie, y si bien exhibe una superficie excavable tanto en la zona del alero como en la del paredón, aún no se emprendieron tareas de intervención arqueológica.

Por último, cabe mencionar que el estado de conservación de la pintura es muy bueno y no se registraron factores naturales y/o antrópicos de alteración.

Reticulado: (A) vistas del sitio; (B) detalle del motivo pintado.
FIGURA 7
Reticulado: (A) vistas del sitio; (B) detalle del motivo pintado.

Piedra Pintada (PG-XIII)

Es un alero orientado al sur, que mide aproximadamente 17 m de largo por 6 m de ancho, y que por sus características geológicas de su formación, es muy visible y distinguible desde áreas distantes (Tabla 1, Fig. 8.A).

Las pocas manifestaciones rupestres que se registraron –manchas o desvaídos mayormente, y dos motivos geométricos– se encuentran sobre la pared central del alero en la misma área donde también se reconoció un único motivo geométrico pintado sobre una roca de 63 x 75 cm que se dispone sobre el suelo del alero (Figs. 8.B y 8.C).

En superficie se detectó material arqueológico y sedimentos carbonosos en el sector circundante a la roca pintada. El material lítico recuperado, a diferencia de la generalidad de los sitios trabajados hasta el momento en el área,[14] consistía en obsidiana y otras materias primas indeterminadas que podrían también ser de procedencia alóctonas.

Piedra Pintada: (A) vista del alero; (B) roca pintada; (C) motivos pintados en elsoporte rocoso.
FIGURA 8
Piedra Pintada: (A) vista del alero; (B) roca pintada; (C) motivos pintados en elsoporte rocoso.

Se plantearon dos sondeos, uno de ellos por debajo de la pared rocosa con pintura; el otro, en una sección adyacente a la roca pintada. El primero resultó estéril hasta los 30 cm; mientras que el segundo, alcanzó los 50 cm de profundidad con resultados alentadores, por lo que se abrió una cuadrícula contigua que se continuará excavando en las próximas campañas.

Finalmente, respecto de la conservación de las pinturas, debemos señalar que este sitio es el más afectado del área por causas naturales ya que una importante filtración de agua escurre por el soporte rocoso central del alero que manifiesta arte.

Resultados preliminares

Entre algunas de las tendencias generales advertidas se puede mencionar que todos los sitios con arte registrados hasta el momento se emplazan sobre, y/o en las proximidades de, la boca o entrada a los cañadones, con una distancia de entre los 200 y 700 m respecto del cauce actual del río. En Las Chapas, los sitios con arte además de emplazarse topográficamente próximos a los cañadones, se disponen principalmente en paredones rocosos o aleros respecto de las cuevas. La mayoría de las manifestaciones rupestres se han realizado sobre los soportes rocosos o las paredes de estos aleros o cuevas, a excepción de un único sitio –Piedra Pintada– que presenta además una roca con arte sobre el suelo actual del alero (Tabla 1).

A la fecha, no se ha detectado la técnica de grabado, prevaleciendo la pintura (Tablas 1 y 2). Cabe aclarar que la única manifestación de grabado en el área se tiene a partir de un informe y relevamiento realizado en la década de 1970 –una roca aislada al pie de un derrumbe–, sin embargo, en los trabajos de campo realizados hasta el momento este sitio no ha sido localizado.

El número total de motivos identificados en los sitios por color se observa en laFig. 9.B, en la cual el rojo es la coloración predominante y se presenta en diversas tonalidades, variando de uno muy intenso a uno más claro o anaranjado (10R 4/8 - 7.5R 4/8). La excepción es un posible caso de pintura bícroma roja-negra (2N2), y otra roja-blanca (5YR 8/1) en el sitio Piedra Grande. Además, cabe señalar el sitio Luna Pont con un motivo en amarillo. En esta misma figura, se presenta también la información general reunida de los motivos rupestres (Fig. 9.A). En ésta, los no determinados incluyen varias categorías: pinturas desvaídas, obliteradas y/o exfoliadas. Los motivos plasmados habitualmente son los abstractos (Fig. 9.A). En los dos sitios con mayor diversidad –Luna Pont y Piedra Grande– se han identificado algunos motivos en común como círculos, líneas rectas o puntos (Tabla 2), si bien en la cueva Luna Pont se registraron grecas que no se manifiestan en Piedra Grande. De entre todos ellos se destaca el sitio Reticulado, el único hasta el momento que presenta este tipo de motivo, y que además, sólo tiene este único diseño plasmado en sus amplios y extensos soportes rocosos.

Sobre el emplazamiento topográfico del arte, apreciamos que en la mayor parte de los sitios se seleccionaron soportes visibles a excepción del caso Luna Pont en el cual se plasmó un motivo dentro de un espacio muy oscuro y cerrado, y a escasos centímetros del suelo. Este hecho, conjuntamente al color (amarillo, único en este sitio como en los otros del área de estudio), y a la técnica (puntiforme, solo identificado en este motivo en este sitio), conducen inicialmente a plantear otra intencionalidad en su ejecución y/o quizás, en otros autores involucrados en su realización. Además, otras singularidades son el caso del sitio Piedra Pintada, en el cual parte de su arte no es visible hasta que uno no se encuentra al pie de la roca pintada; y finalmente, el sitio Cueva del León, con pinturas plasmadas sobre un soporte con escasa luz natural y con poca visibilidad.

Clases de motivos y técnicas de ejecución identificados en Las Chapas
TABLA 2
Clases de motivos y técnicas de ejecución identificados en Las Chapas

Con relación a los soportes seleccionados, en todos los sitios se pintaron las paredes rocosas. De este conjunto, se destaca el sitio Piedra Pintada, que si bien manifiesta arte en el soporte rocoso, presenta además un motivo pintado sobre una roca o bloque rocoso en el suelo del alero.

Acerca de la frecuencia en el uso de ciertos soportes, vemos casos muy dispares. Piedra Grande, al igual que Luna Pont, son sitios con muchos motivos ejecutados en las mismas unidades topográficas, mientras que hay otros casos con baja frecuencia de arte respecto de la amplia superficie disponible de los soportes para ser utilizados como se observa en los sitios Piedra Pintada, Cueva del León, Conrad y Reticulado. Si bien no debemos dejar de tener presente los procesos tafonómicos actuantes en la conservación diferencial de los motivos en los sitios, al momento son una tendencia interesante para señalar.

Respecto de los sitios y los motivos, se han identificado al momento un mínimo de 50 de ellos entre figurativos y no figurativos en solo cinco sitios, ya que los restantes dos sitios de la muestra analizada (Cueva Conrad y Alero Alejandra) presentan motivos desvaídos o manchas que no pudieron ser clasificadas (Tabla 2). De este total de motivos, el 60% se identificó en el sitio Piedra Grande, el 22% en Luna Pont y el restante 18% entre los sitios Cueva del León, Reticulado y Piedra Pintada.

Con relación a la mayor recurrencia de motivos plasmados, actualmente se está profundizando en el estudio y análisis de las superposiciones por medio del procesamiento digital de las imágenes. A la fecha, fueron detectados algunos posibles casos en Piedra Grande –si bien parecen no ser frecuentes– y otros casos aún más inciertos en los sitios Luna Pont y Cueva Del León.

Finalmente, cabe mencionar que se han identificado y registrado varios factores naturales que afectan la conservación de las pinturas, como por ejemplo: la insolación, el agrietamiento y/o la exfoliación de la roca soporte, las infiltraciones de agua y la adherencia de materiales superficiales, tanto orgánicos (líquenes) como minerales (materiales arcillosos). Afortunadamente, y como ya se ha presentado en el acápite anterior, las evidencias antrópicas suelen ser escasas en esta localidad.

(A) variedad general de tipos de motivos, y, (B) distribución de colores en lossitios arqueológicos con arte de Las Chapas.
FIGURA 9
(A) variedad general de tipos de motivos, y, (B) distribución de colores en lossitios arqueológicos con arte de Las Chapas.

Síntesis y conclusiones iniciales

La preferencia mencionada en este trabajo respecto al emplazamiento de sitios con arte rupestre en vías naturales de circulación, como cañadones o valles, fue mencionada por Onetto para el área de Piedra Parada en el valle medio del río Chubut.[15] Los trabajos arqueológicos sistemáticos en este tramo medio del río muestran además una fuerte disposición de sitios estratificados con arte o a cielo abierto en la planicie de inundación del río y en el sector próximo a las bardas,[16] tal como lo observamos en la localidad en estudio.

Particularmente respecto al uso de este tipo de sitios, de acuerdo a la evidencias de las excavaciones en curso, proponemos inicialmente que los abrigos otorgados en cuevas o aleros sobre la costa del río habrían sido utilizados de manera breve, ocasional y/o estacional, posiblemente como abrigo y refugio para pernoctar, encender fuego para calentarse, iluminarse y alimentarse, reactivar instrumentos líticos y para realizar alguna tarea de faena o curtido de animales o pieles.[17]

Por el momento, no es posible vincular las ocupaciones humanas identificadas en el registro arqueológico con el arte rupestre, ya que no se han registrado durante las excavaciones restos de pinturas, hisopos y/o algún otro vestigio que pudiera contextualizar la producción de arte en los sitios estudiados. No obstante ello, de acuerdo a la clasificación de estilos del arte rupestre elaborado por Menghín,[18] las grecas, paralelas, pisadas y símbolos complicados tendrían una cronología tardía. En un reciente trabajo que reinterpretó los fechados y la ocupación humana en el valle de Piedra Parada, se menciona que los motivos geométricos simples y los puntiformes –además de los negativos de manos que en el caso de estudio están ausentes hasta el momento– son modalidades tardías –3.200 a 450 años AP– aunque previas a las grecas –ca.850 a 450 años AP–.[19]

Las excavaciones que se encuentran abiertas en el área de estudio no han avanzado aún en profundidad, por lo que los materiales disponibles para fechados o dataciones otorgarán seguramente cronologías recientes en concordancia con los datos indirectos que tenemos sobre la tecnología lítica, cerámica y los estilos de arte rupestre representados.

Por otra parte, tampoco se puede estimar aún desde cuando estuvieron ocupados estos abrigos en cuevas y aleros, no obstante, si tenemos en cuenta las dataciones más antiguas obtenidas en el curso inferior –6.070 años AP– y superior –ca. 5.000 años AP–del río Chubut,[20] podríamos esperar para el área de estudio cronologías tempranas similares de ocupación humana al momento que avancen las excavaciones en curso.

Perspectiva futura

A través de este trabajo se ha presentado el estado de avance de las labores arqueológicas realizadas hasta la fecha en Las Chapas y una caracterización general del arte rupestre en dicha localidad. Actualmente, se avanza en las tareas de catalogación, descripción y cuantificación de los motivos.

Uno de los mayores retos a futuro es determinar la composición de las pinturas y evaluar su estado de conservación respecto de las otras registradas en el valle del río. Al momento se está avanzando en las caracterizaciones químicas y petrográficas de la roca de caja y de las pinturas rupestres del área. Sin embargo, la de estas últimas ha resultado todo un desafío, ya que los primeros intentos por extraer material pigmentario a partir de la técnica de raspado no han sido exitosos debido al escaso espesor de las pinturas. Debido a estos inconvenientes técnicos-metodológicos se solicitó en préstamo un dispositivo portátil y no destructivo de fluorescencia de rayos X a la Universidad Católica de Temuco de Chile, cuyos resultados están actualmente en análisis para su pronta publicación.[21] Actualmente, se están explorando otras vías de análisis para caracterizar los pigmentos tanto orgánicos como inorgánicos (cromatografía gaseosa, RAMAN, entre otras), así como también, se está profundizando en las tareas y cuidados a implementar para mitigar el biodeterioro de las mismas.

Asimismo, se continúa avanzando en la delimitación local/regional de las fuentes potenciales de pigmentos para la elaboración de las pinturas. Un interrogante planteado es porque no hay pigmento blanco en las manifestaciones rupestres de la localidad en estudio cuando esta área es muy fructífera en yacimientos caoliníferos –arcillas blancas–,[22] los cuales podrían haber sido fácilmente extraídos y empleados para la fabricación de pinturas. Se espera explorar si la ausencia de este color puede tener alguna causante natural en cuanto a su preservación, o bien, solo se relaciona con la elección técnica de los grupos humanos que las ejecutaron.

Del mismo modo, a partir de la ampliación y la profundización de las tareas de excavación se podrá obtener nueva información acerca del uso dado por las poblaciones humanas del pasado a estos aleros o cuevas, y fundamentalmente, se espera definir cronológicamente estas ocupaciones y contextualizar la producción del arte rupestre en el área.

Además, se continúa estudiando la región con el objetivo de detectar nuevos sitios arqueológicos. Para ello, se ampliarán las prospecciones hacia los sectores altos (160 a 200 msnm) y hacia los más bajos (planicie de inundación del río a 70 msnm). Del mismo modo, se plantea extender la prospección hacia la margen derecha del río, así como hacia la zona este y oeste de Las Chapas donde no se ha estado explorando sistemáticamente. Con estos trabajos, y la investigación en curso, se espera delinear un panorama de escala local con vistas de integrarlo a los estudios regionales emprendidos en el valle inferior y superior para comprender el uso del espacio y la movilidad de los grupos cazadores recolectores que ocuparon el valle del río Chubut en el pasado.

Agradecimientos

A la empresa Piedra Grande S.A, al Sr. Nelson Alejandro, y muy especialmente, al Lic. Maxi Brendel y al Dr. Claudio Iglesias por la permanente asistencia y logística en el terreno. A las Flias. Prieto y Conrad que permiten el acceso a sus campos y a quienes colaboraron en las campañas: Abi Monticelli, Mario Bogni, y del CCT CONICET CENPAT, Dra. Gabriela Massaferro, Lic. Ma. Eugenia Prieto, y a los técnicos, Raúl Vacca, Julio “Bocha” Rua y “Bebo” Vera. Estos trabajos contaron con subsidios del CONICET (PUE 22920180100012 CO) y de la UNPSJB (PI CIUNPAT 1523).

Biografía de la autora

Verónica Schuster

Licenciada en Antropología con orientación en Arqueología por la Universidad Nacional de Rosario y Dra. en Arqueología por la Universidad Nacional de la Provincia de Buenos Aires. Investigadora del CONICET en el IDEAus, CENPAT-CONICET en Puerto Madryn (Chubut. Argentina), y directora responsable del proyecto de investigación titulado “Arqueología en el valle inferior-medio del río Chubut” que lleva a cabo entre las localidades Florentino Ameghino y Las Plumas en la provincia de Chubut.

Notas

[1] Verónica Schuster y Gabriela I. Massaferro. “Arqueología en el valle inferior-medio del río Chubut. Resultados de los trabajos exploratorios en la localidad Las Chapas, dto. Alsina”, CUHSO (Temuco) Vol. 30, Nº 2, diciembre 2020, pp. 405-425. http://dx.doi.org/10.7770/2452-610x.2020.cuhso.02.a03; Verónica Schuster, Gabriela I. Massaferro y Alberto E. Pérez. “Primeros análisis químicos no destructivos de obsidiana arqueológica en el valle inferior-medio del río Chubut. Patagonia Argentina”, Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología Tomo XLV, Nº 2, 2020, pp. 447-452; Gabriela I. Massaferro, Verónica Schuster, y Alberto E. Pérez. “Primeros análisis de pinturas rupestres por fluorescencia de rayos X in situ en Patagonia Argentina”, Revista Comechingonia, En Prensa, 2021.
[2] Verónica Schuster y Gabriela I. Massaferro, “Arqueología en el valle inferior-medio del río Chubut…”, op. cit.; Verónica Schuster. “Primer avance del relevamiento y estudio del arte rupestre de Las Chapas. Valle medio – inferior del Río Chubut (Prov. del Chubut, Patagonia Argentina)”, en III Congreso Nacional de Arte Rupestre. 5 al 8 de Noviembre de 2019, Buenos Aires.
[3] Ibid.
[4] Carlos A. Luna Pont. Aporte para el estudio del arte rupestre de la Patagonia. Informe estadístico sobre el material fichado. Yacimientos del área de Piedra grande I, II y II. Valle Alsina, Prov. del Chubut. Trelew, Biblioteca UNPSJB, 1970; Carlos A. Luna Pont, María I. Gilardine, Rubén Ferrari, Raúl Scandroglio y Martha G. de Luna Pont. Aporte para el conocimiento del arte rupestre Patagónico. Yacimiento de Piedra Grande I, Prov. del Chubut. Trelew, Biblioteca UNPSJB 1970; Carlos A. Luna Pont, Aldo R. Van Haezevelde, Higino Cambra, Clemente Dunrauff, Rubén Ferrari, Raúl Scandroglio, Martha G. de Luna Pont, María E. Martínez, María Inés Gilardino, Rosa Aranda y Martha L. González de Bonorino. Aporte para el conocimiento del arte rupestre Patagónico. Yacimiento de Piedra Grande II, Prov. del Chubut. Trelew, Biblioteca UNPSJB, 1970.
[5] Carlos A. Luna Pont, et al., Aporte para el conocimiento del arte rupestre Patagónico. Yacimiento de Piedra Grande I, op. cit.
[6] Ibid.
[7] Carlos A. Aschero, Cristina Bellelli y María Victoria Fontanella. “La industria lítica de la secuencia arqueológica de Chacra Briones (Dique Ameghino, Chubut). Excavaciones de O. F. A. Menghín, 1956-1959”, Cuadernos del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano Vol. 10, 1983, pp. 319-338; Cristina Bellelli, María Victoria Fontanella y Carlos A. Aschero. “Consideraciones sobre la distribución espacial y la variación morfológica del instrumental lítico en la secuencia de Chacra Briones”, Sapiens, Museo Arqueológico Dr. Osvaldo Menghin Vol. 4, 1980, pp. 109-115.
[8] Anónimo, 1956 citado en Carlos A. Aschero et al., “La industria lítica de la secuencia arqueológica de Chacra Briones…”, op. cit. y Nicolás Sánchez Albornoz. “Nota histórica sobre la excavación del abrigo de Chacra Briones”, Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología Tomo XXXVI, 2011, pp. 371-377.
[9] Verónica Schuster, “Primer avance del relevamiento y estudio del arte rupestre de Las Chapas…”, op. cit.; Verónica Schuster y Gabriela I. Massaferro, “Arqueología en el valle inferior-medio del río Chubut…”, op. cit.
[10] Carlos A. Aschero. “Pinturas rupestres, actividades y recursos naturales: un encuadre arqueológico”, en H. Yacobaccio (ed.): Arqueología Contemporánea Argentina. Actualidad y Perspectivas. Buenos Aires, Ediciones Búsqueda, 1988, pp. 109-145 y Carlos Gradin. “Algunos aspectos del análisis de las manifestaciones rupestres”, Revista del Museo Provincial Tomo 1, 1978, pp. 120-137.
[11] Verónica Schuster y Gabriela I. Massaferro. “Arqueología en el valle inferior-medio del río Chubut…”, op. cit.
[12] Ibid. y Verónica Schuster, Gabriela I. Massaferro y Alberto E. Pérez. “Primeros análisis químicos no destructivos…”, op. cit.
[13] Verónica Schuster y Gabriela I. Massaferro. “Arqueología en el valle inferior-medio del río Chubut…”, op. cit.
[14] Ibid. y Verónica Schuster, Gabriela I. Massaferro y Alberto E. Pérez. “Primeros análisis químicos no destructivos…”, op. cit.
[15] María Onetto. “Propuesta para la Integración del Arte Rupestre dentro del Sistema de Comportamiento de los Cazadores-Recolectores del Valle de Piedra Parada. Curso medio del río Chubut”, en M. M. Podestá, M. I. Hernández Llosa y S. F. Renard de Coquet (eds.): El Arte Rupestre en la Arqueología Contemporánea. Buenos Aires, 1991, pp. 123-150.
[16] Carlos A. Aschero, Cecilia Pérez de Micou, María Onetto, Cristina Bellelli, Lidia Nacuzzi y Alfredo Fisher. Arqueología del Chubut. El valle de Piedra Parada. Rawson, Dirección Provincial de Cultura del Chubut (Rawson, Chubut), 1983.
[17] Verónica Schuster y Gabriela I. Massaferro. “Arqueología en el valle inferior-medio del río Chubut…”, op. cit.
[18] Osvaldo Menghín. “Estilos de arte rupestre en Patagonia”, Acta Praehistórica Tomo I, Buenos Aires, 1957.
[19] Cristina Bellelli y Ana G. Guraieb. “Re-evaluación cronológica de la secuencia arqueológica del curso medio del río Chubut (Área Piedra Parada)”, en J. Gómez Otero, A. Svodoba y A. Banegas (eds.): Arqueología de la Patagonia: el pasado en las arenas. Puerto Madryn, IDEAus, CENPAT-CONICET, 2019, pp. 259-270.
[20] Julieta Gómez Otero y Cristina Bellelli. Arqueología de Chubut. Rastros del pasado. Presencia humana de la costa a la cordillera. Buenos Aires, Atlas Total, Clarín. Editorial Argentino, 2007; Cecilia Pérez de Micou, Cristina Bellelli y Carlos A. Aschero. “Vestigios Minerales y vegetales en la determinación del territorio de explotación de un sitio”, en L. A. Borrero y J. L. Lanata (comp.): Análisis espacial en arqueología. Buenos Aires, Ediciones Ayllu, 1992, pp. 53-82.
[21] Gabriela I. Massaferro, Verónica Schuster y A. E. Pérez. “Primeros análisis de pinturas rupestres por fluorescencia de rayos X in situ en Patagonia Argentina”, Revista Comechingonia. En Prensa, 2021.
[22] Eduardo A. Domínguez, Michele Dondi, Ricardo Etcheverry, Clemente Recio y Claudio Iglesias. “Genesis and mining potential of kaolin deposits in Patagonia (Argentina)”, Applied Clay Science Vol. 131, 2016, pp. 44-47. https://doi.org/10.1016/j.clay.2015.12.031
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