EL MODELO BEAUX-ARTS Y LA ARQUITECTURA
EN AMÉRICA LATINA, 1870-1930.

TRANSFERENCIAS, INTERCAMBIOS Y PERSPECTIVAS TRANSNACIONALES


Fernando Aliata y Eduardo Gentile (compiladores)

La Plata, Universidad Nacional de La Plata,

Facultad de Arquitectura y Urbanismo, 2022.

512 páginas.

Edición digital: http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/138879


Amarí Peliowski

Universidad de Chile. Facultad de Arquitectura y Urbanismo.

Santiago, Chile.

apeliowski@uchile.cl

El libro El modelo beaux-arts y la arquitectura en América Latina, 1870-1930. Transferencias, intercambios y perspectivas transnacionales recoge conferencias y ponencias que formaron parte del congreso homónimo, celebrado en abril del 2019 en La Plata, Argentina. A pesar de su significativa extensión de más de 500 páginas, solo se trata de una selección de 5 conferencias y 18 ponencias de entre las más de 45 presentaciones en el congreso. La abundancia de contribuciones tanto al congreso como al libro da cuenta del interés que atrae un tema de historia de la arquitectura que, en virtud del título del volumen, pareciera ser muy acotado –a un período, a una región geográfica y a un modelo francés de enseñanza y práctica de la arquitectura–. Sin embargo, pronto se revela como un prisma a través del cual surgen interrogantes amplias sobre identidades regionales, culturas de producción arquitectónica y modos de hacer historia.

Desde la introducción escrita por los compiladores Fernando Aliata y Eduardo Gentile, se establece la vocación crítica y revisionista del volumen. Ahí se plantean como objetivos principales la examinación de la producción historiográfica anterior sobre el beaux-arts y el reposicionamiento de las historias regionales respecto de un relato mundial sobre la incipiente globalización económica y cultural del cambio de los siglos XIX al XX. Más allá de la orientación temática, también se propone la formulación de nuevas matrices de interpretación histórica para la arquitectura de una región cuya posición geográfica y simbólica ha sido disputada constantemente. En este sentido, el volumen se emparenta y sitúa con respecto de una genealogía historiográfica latinoamericana que ha interrogado críticamente el paradigma difusionista centro-periferia y la pertinencia –o impertinencia– de las interpretaciones regionalistas. A esta historiografía han contribuido, desde la década de 1990 hasta autores como Marina Waisman, Sylvia Arango, Jorge Francisco Liernur, Claudia Shmidt o Fernando Luiz Lara, entre muchos otros. La compilación se ubica, de esta manera, como una pieza de continuidad y nuevas aperturas en una trayectoria historiográfica ya establecida.

Las conferencias que inauguran el libro sirven para situar contextualmente estos propósitos temáticos y teóricos, y aportan análisis en torno a cuatro objetos de distintas escalas en los cuales se puede leer la inscripción de transferencias e intercambios arquitectónicos transnacionales: en los edificios, de la mano de David Van Zanten que analiza, por medio de un caso de estudio particular, cómo el lenguaje beauxartiano tiene una vocación tanto arquitectónica como urbana; en las personas, en la conferencia de Marie-Laure Crosnier Leconte, que estudia la diáspora de arquitectos beauxartianos en el mundo y su rol en la configuración de un paradigma global; en los medios, en los capítulos respectivos de Jorge Francisco Liernur y Jean-Philippe Garric que analizan, el primero, la presencia de arquitectura americana en publicaciones europeas en el momento de transición epistemológica entre interpretaciones misticistas y cientificistas del mundo natural y cultural, y el segundo, las prácticas de dibujo arquitectónico como oportunidades de conservación y disrupción de la cultura beauxartiana; y en la ciudad, abordada por Leandro Losada en su revisión del rol del beaux-arts en la configuración de la hegemonía cultural de la élite bonaerense de cambio de siglo. Edificios, arquitectos, publicaciones, dibujos y cultura urbana son así puertas de entrada al fenómeno multidimensional de la conformación de un paradigma arquitectónico de carácter internacional.

Por su parte, las contribuciones de los ponentes, aportan a densificar estas capas de interpretación del beaux-arts, al abordar la condición polisémica de un término cuya interpretación varía entre su comprensión como una institución, como un estilo, como un modelo pedagógico o como un método de práctica arquitectónica. También se analizan las múltiples formas en las que se expresan las relaciones culturales entre las regiones europea y americana. Los textos abren preguntas acerca del carácter internacional del beaux-arts (en los capítulos de Crosnier Leconte y de Estelle Thibault), la difusión del modelo al exterior de la institución parisina (Guy Lambert), la alteración de las lógicas y costumbres beauxartianas fuera de Europa (Fernando Aliata y Marcelo Renard), las distinciones entre importación y exportación del modelo (Julien Bastoen), la diferencia entre estilo y método (Cecilia Parera), las condiciones multifacética y adaptable del beaux-arts en su expresión latinoamericana (Claudia Shmidt), o el influjo de las necesidades y posibilidades locales en la adaptación del modelo en América Latina (Virginia Bonicatto y Magalí Franchino). Otros textos se plantean como llamados a cuestionar algunos supuestos historiográficos, como por ejemplo la necesidad de analizar la presencia del beaux-arts desde la noción de transferencia cultural y los influjos multidireccionales (Yolanda Muñoz), de considerar el sistema beauxartiano desde su activación por una red de actores más que por arquitectos individuales (Heliana Angotti-Salgueiro), o de abordarlo no como un estilo ni como un método si no como una “técnica cultural” que enlaza humanos, no humanos, medios e ideas (David Sadighian).

Más allá de los alcances historiográficos, los capítulos abordan una serie de casos de estudio que pueden agruparse temáticamente entre aquellos que estudian las características y formas de difusión de la razón beauxartiana (Lambert; Garric; Carlos Eduardo Comas); a los arquitectos como piezas clave en los tránsitos e intercambios transnacionales (Crosnier Leconte; Muñoz; Jorge Nudelman y Santiago Medero; Joseph R. Hartman; Eduardo Gentile); el descentramiento de las influencias beauxartianas y las relaciones en red entre países como Argentina, Italia, Francia, Uruguay e Inglaterra (Aliata y Renard; Giovanna D’Amia; Silvana Daniela Basile); fenómenos sociales y culturales que determinan los paradigmas disciplinares como la enseñanza y la vida social urbana (Maria Lucia Bressan Pinheiro; Bonicatto y Franchino); o tipos edilicios específicos (Bastoen; Susana Cricelli y Rosana Obregón).

Con un corpus significativo de contribuciones y un diseño editorial que incorpora una cantidad muy apreciable de imágenes que enriquecen cada texto, no obstante se extraña una organización temática de los capítulos, cuyo orden presentado en el índice no pareciera responder a criterios temáticos o cronológicos, o ni siquiera alfabéticos. Para una obra que, sin dudas se transformará en un referente para el estudio de la historia de la arquitectura desde una perspectiva global, hubiera sido interesante desprender algunos ejes comunes a las contribuciones que ayuden a poner en diálogo la materia específica del compilado con otros temas de la historia de la arquitectura. Es notable, sí, que el índice demuestra una superación de la baja presencia femenina en la historia de la arquitectura que, como concluye Sylvia Arango en un estudio sobre la producción historiográfica latinoamericana, solo alcanzaba un 20% en 2009 (Arango, 2009). Este libro en cambio cuenta con una proporción casi perfectamente paritaria, con contribuciones de 13 historiadoras y 14 historiadores. La participación de autores provenientes de distintas ciudades y países, y radicados algunos de ellos en lugares distintos a los de su origen por movilidad institucional, demuestra además que la red intelectual que puede tejerse en torno a temáticas de arquitectura es cada vez más descentrada y desjerarquizada.

El modelo beaux-arts y la arquitectura en América Latina es un libro que viene a fortalecer de manera significativa las iniciativas recientes de multiplicar polos y construir comunidades transnacionales que miren de manera renovada la historia de la arquitectura latinoamericana, como los talleres “Nuestro norte es el sur” organizados por Ana María León y Fernando Martínez Nespral al seno de la Global Architectural History Teaching Collaborative desde 2018, el grupo “América Latina” de la European Architectural History Network, o el reciente seminario internacional “Transferencias/Interferencias” (2020) y la consecuente publicación de actas (en prensa), organizado por Marianela Porraz, Andrés Ávila y Yolanda Muñoz, y que abordó las relaciones y circulación de modelos entre Francia y América Latina en los siglos XIX y XX. Este libro se posicionará sin duda como una obra de referencia para futuras generaciones de historiadores que esperen comprender y abrir nuevas interrogantes sobre las complejidades de los fenómenos arquitectónicos situados que son locales y globales a la vez.

Referencias bibliográficas

Arango, S. (2009). Una historiografía latinoamericana reciente sobre arquitectura y ciudad. Diseño en síntesis, 40-41(20), 32-43.