Aída Carballo: una puerta abierta a lo infinito

Museo de la Cárcova, Buenos Aires
10 de agosto al 27 de octubre de 2024
curada por Lucía Laumann

Carolina Zapata
Universidad Nacional de San Martín. General San Martín, Argentina
carozapa.arte@gmail.com

La exposición Aída Carballo: una puerta abierta al infinito se lleva adelante en el Museo De la Cárcova, dependiente de la Universidad Nacional de las Artes (UNA) en colaboración con el Museo Nacional del Grabado entre el 10 de agosto y el 27 de octubre de 2024. La curaduría estuvo a cargo de Lucia Laumann, Becaria Doctoral en el Centro de Investigaciones en Arte y Patrimonio (Escuela de Arte y Patrimonio, Universidad Nacional de San Martín - CONICET), y doctoranda en Historia con mención en Historia del Arte (EIDAES, UNSAM). El itinerario nos propone acercarnos a más de cincuenta piezas –entre ellas encontramos obras, fotografías y documentos– que van reconstruyendo la vida y obra de esta gran grabadora argentina. Contó con la colaboración de diferentes coleccionistas privados e instituciones públicas entre las cuales cabe mencionar al Museo Nacional del Grabado, Museo Nacional de Bellas Artes, Museo Sívori, Museo Víctor Roverano Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti, y la Fundación Espigas-Centro de Estudios Espigas (UNSAM).

Aída Carballo nació en Buenos Aires en 1916 y falleció en la misma ciudad en 1985. La muestra busca presentar su recorrido como grabadora, dibujante y ceramista, pero al mismo tiempo, hacer hincapié sobre su labor como maestra y ciudadana comprometida con el contexto social de su tiempo. Ya que, por un lado, la artista contribuyó a consolidar la técnica del grabado a nivel nacional; y por otro, llevó adelante su incansable labor docente tanto en su taller privado como en instituciones públicas con la que dejó una huella imborrable en sus estudiantes de manera tal que fueran ellos y ellas quienes dieran cuenta de su legado. Realizó su educación formal en la Escuela de Artes Decorativas e Industriales de la Nación, luego en la Escuela Nacional de Cerámica (hoy Museo de la Cárcova) y en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova. Todo esto, le valió reconocimiento en distintos concursos de artes gráficas a nivel nacional.

Esta muestra ilumina varios aspectos particulares: en primer lugar, desde una mirada feminista resalta lo que Mirta Schor llama una línea materna en la genealogía de las historias del arte, es decir, nombrar a mujeres artistas que sentaron precedente en el ámbito cultural/artístico en nuestro país. En segundo lugar, su importancia reside en la selección de obras y material de archivo que se exhiben entre los que se encuentran grabados, dibujos, cerámicas, libros ilustrados y cortos realizados por Carballo; sumado a otras obras de artistas que dialogan con su trabajo o que han realizado prácticas en colaboración con ella. Y al mismo tiempo, se debe resaltar la relevancia del espacio elegido, esto se percibe en las palabras que la propia artista expresó en 1982 recordando su ingreso a esta casa de estudios: “En la Cárcova fue donde me encontré realmente. Sentí que estaba ante una puerta abierta a lo infinito. [...] Sentía un esplendor de joven artista.”10 Así expresaba Aída, su pertenencia a esta institución fundamental en su formación.

El montaje se ha realizado en la sala de exhibiciones temporarias del Museo, ubicada en el mismo nivel de ingreso al edificio. La disposición del mismo, presenta una dinámica accesible del espacio, con amplitud para recibir grupos numerosos cómodamente. La mayor parte de las obras están dispuestas sobre las paredes, con cartelas impresas en vinilo de gran tamaño introduciendo cada una de las temáticas a las que nos invita el relato curatorial. Esto se complementa con una serie de vitrinas dispuestas espaciadamente en el centro de la sala que exhiben de manera asequible el material de archivo que por razones de conservación se irá rotando oportunamente. Dicha disposición permite al visitante realizar sus propias interpretaciones entre la obra y la vida personal de la artista (Fig. 1, 2 y 3).


Fig. 1.
Vista de sala, exhibición Aída Carballo: una puerta abierta a lo infinito, 2024. Museo de la Cárcova, Buenos Aires.

Fotografía: Carolina Zapata.


Fig. 2.
Vista de sala, exhibición Aída Carballo: una puerta abierta a lo infinito, 2024. Museo de la Cárcova, Buenos Aires.

Fotografía: Carolina Zapata.


Fig. 3.
Obras de Artistas Contemporáneas, en exhibición Aída Carballo: una puerta abierta a lo infinito, 2024. Museo de la Cárcova, Buenos Aires.

Fotografía: Carolina Zapata.

El recorrido curatorial nos invita a pensar su vida y obra desde tres ejes principales: La Cárcova, El alma de la ciudad y Entre las Aulas y el Taller. El primer eje, La Cárcova, reviste la importancia que ha plasmado en la formación de Carballo el ingreso a la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto De la Cárcova en 1933. Esto significaba para los estudiantes de artes de nuestro país alcanzar un máximo nivel formativo, asistiendo a talleres guiados por artistas ya reconocidos en el ámbito nacional. Del mismo modo, este eje también nos invita a pensar de una manera más afectiva, imaginando a Aída caminar por estos mismos espacios y generando vínculos con sus propios compañeros/as y docentes en un ambiente artístico.

El segundo eje, El alma de la ciudad, permite adentrarse en los principales temas de interés que abordaba la obra de Aída: el espacio urbano y la gente que lo habita. Seguramente, esto es reflejo de sus largos recorridos hasta llegar a las escuelas y su visión como mujer en la gran urbe. También pone en relieve su esquema de pensamiento en torno a distintos temas sociales, políticos y económicos de la realidad de su época. Aquí, se destacan grabados con los que obtuvo importantes premios en salones a nivel municipal, provincial y nacional durante su época de mayor producción. Como relata Silvia Dolinko: “cuando el grabado moderno argentino comenzaba a contar con un reconocimiento extendido por primera vez en su historia, y Aída Carballo –una de las protagonistas de este inédito momento gráfico– también era objeto de valoración tanto por su obra como por su actuación docente” (2023, p. 9). Este período se da en nuestro país entre las décadas de 1960 y 1970, cuando la artista tuvo mayor reconocimiento en diferentes concursos.

Justamente, en la última sección Entre las aulas y el taller, se puede conocer esta extensa labor docente que desarrolló a lo largo de treinta años, a la que hacía referencia Dolinko. Aída impartió sus clases tanto en instituciones públicas como en su taller particular, desempeñándose como profesora de dibujo, grabado e historia del grabado. Lo más relevante de este apartado es que gracias a la exhibición de material de archivo podemos conocerla mejor. A través de los relatos de sus propios estudiantes con fotos, ilustraciones y cartas de agradecimiento descubrimos su fuerte vínculo construido en base a alentar su formación, instancias de exhibición, como así también sus luchas.

Resalta un último sector que cierra la muestra, donde artistas contemporáneas entran en diálogo con la obra de Aída Carballo. Allí se pueden observar un audiovisual de Leticia Obeid de 2020-2021, fanzines del colectivo Estampa Feminista y una piedra litográfica realizada por Gabriela Elechosa, estudiante del Taller de Litografía del Museo. Esta decisión curatorial da cuenta que el legado de Carballo continúa vigente en la actualidad y es sostenido por nuevas generaciones de artistas inspiradas por su obra. Para parafrasear a Heidegger, no tiene que ver aquí con tener una mirada nostálgica del pasado, sino “para repensar lo pensado [...] con la sobria disposición de ánimo de admirarse ante lo venidero de lo antiguo” (Heidegger, 2017). Esto nos recuerda que este ejercicio de temporalidades y revisionismo de las historias del arte con perspectiva de género habilita a nuevas historias por contar, lo que aportan diversidad de voces al relato imperante.

En el marco de la muestra se han realizado reproducciones de afiches de una de las imágenes más pregnantes de la obra de Carballo que los y las visitantes pueden llevarse como recuerdo. Originalmente realizada para los encuentros Cultura de la Resistencia llevados adelante de la semana del 10 al 17 de junio de 1984 en Buenos Aires por el Movimiento por la Reconstrucción y Desarrollo de la Cultura Nacional (Laumann, 2021), en ella encontramos el compromiso social y político de Carballo en cuanto a las luchas comunes de su medio artístico. La imagen muestra rostros de personas, habitantes de la ciudad, lo que pone en primer plano la pluralidad de voces en torno a la cultura. En relación con los programas públicos, la exhibición ha estado en continuo movimiento, y ha generado distintas propuestas como talleres para infancias y recorridos guiados por referentes del campo de la investigación en arte, así como también por la propia curadora.

Cabe recordar, que la presente exposición es fruto de la investigación de la tesis de maestría de su curadora, Lucía Laumann. La misma fue adaptada a una edición impresa en el libro Aída Carballo, Maestra. Producción gráfica y derroteros institucionales en Buenos Aires en la segunda mitad del siglo XX por la editorial Miño y Dávila en diciembre de 2023. Para parafrasear a Silvia Dolinko, quien escribe el prólogo de dicha publicación es factible suponer que el legado de la artista se transmite a nuevas generaciones y que Aída, la maestra recuperada aquí, sigue impartiendo clases y generando nuevos pensamientos. Por tanto, alguna de esas posibles reflexiones a las que nos invitan el libro y la muestra, podría ser que a la vez que honran la vida y obra de Aída Carballo dándole el reconocimiento que merece; nos dan herramientas para continuar investigando y abriendo caminos de nuevas historias del arte por escribir.