Jornadas Internacionales “Encrucijadas del saber histórico”

San Martín, pcia. de Buenos Aires
15 al 22 de noviembre de 2016

Andrés Gattinoni

UNSAM / CONICET

Carpent tua poma nepotes
Virgilio, Eclogae, IX, 50

En noviembre de 2016 tuvieron lugar las Jornadas Internacionales “Encrucijadas del saber histórico”, en celebración de la labor de José Emilio Burucúa. Organizadas por la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), a través del Programa Lectura Mundi, con el apoyo de la Biblioteca Nacional “Mariano Moreno” (BN), la Embajada de Italia y el Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires. Fue una semana intensa de trabajo y homenajes, de la cual se hizo eco la prensa cultural local, y en la que participaron los destacados especialistas Carlo Ginzburg, Giancarlo Nonnoi, Roger Chartier, Fernando Bouza Álvarez y Fernando Devoto.1 Las actividades, que incluyeron conferencias, paneles temáticos con investigadores locales, un diálogo público entre Burucúa y Ginzburg, y la entrega de un doctorado honoris causa a este último, se desarrollaron en el campus Miguelete de la UNSAM, en el edificio Volta, en la sede de TAREA-IIPC y en el auditorio “Jorge Luis Borges” de la BN.

El cronograma se inició la tarde del martes 15 en el Teatro Tornavía de la UNSAM, con la presentación de una obra de títeres basada en el libro No engañéis más a nadie, de Bertrand de la Coste, a cargo de alumnos de la Licenciatura en Artes Escénicas del Instituto de Artes Mauricio Kagel.2 A continuación, Carlos Ruta, rector de la UNSAM, dedicó unas palabras de elogio y gratitud hacia Burucúa, quien “ha representado a ese amigo que nos ayuda a pensar y actuar y que, con su bonhomía, va siempre generando lazos de amistad”. Luego, fue el turno del homenajeado, quien agradeció a las autoridades de la UNSAM, a los conferencistas invitados y a todos los disertantes por participar de lo que definió como un “acompañamiento para pasar el mal trago de la despedida de un trabajo que realicé durante 47 años”.

El miércoles a la mañana, Carlo Ginzburg inauguró la jornada académica con una conferencia sobre una intersección fundamental entre su trayectoria intelectual y la de Burucúa: Aby Warburg y la noción de Pathosformel. El historiador turinés rastreó los antecedentes de la idea de que las fórmulas patéticas son ambivalentes y pueden –mediante una “inversión energética”– representar emociones opuestas. Entre aquellos precedentes, se destaca la observación de sir Joshua Reynolds, de que los extremos de la misma pasión pueden ser expresados con el mismo gesto, la cual Warburg debió conocer leyendo The Expression of the Emotions in Man and Animals (1872), de Charles Darwin. En un estudio de largo plazo, Ginzburg vinculó estas ideas con el desarrollo de la fisiognomía en el siglo XVII y el lugar de la ambivalencia en lo sublime para Edmund Burke.

Luego de la conferencia comenzó el ciclo de paneles en los cuales colegas y discípulos de Burucúa expusieron ponencias en torno a núcleos esenciales de su obra. El primero, dedicado a la historia del arte, contó con la participación de Ricardo Ibarlucía (UNSAM/CIF), Laura Malosetti Costa (UNSAM/CONICET), Lía Munilla Lacasa (UdeSA), Marta Penhos (UBA/UNSAM), Gabriela Siracusano (UNTREF/CONICET) y Sandra Szir (UBA/UNSAM). Sus ponencias, que abarcaron temas tan diversos como las influencias intelectuales de Walter Benjamin, los viajes de estudio de artistas plásticos latinoamericanos a Florencia o el análisis de los materiales empleados por Francisco Tito Yupanqui en su imagen de la Virgen de Copacabana, fueron una primera muestra del amplio espectro de las investigaciones a las que Burucúa contribuyó o estimuló.

La sesión de la tarde estuvo dedicada a los viajes reales e imaginarios, y comenzó con una conferencia de Giancarlo Nonnoi titulada “L’ultima Tule. Una esplorazione italo-argentina nella Tierra del Fuego”. El profesor de la Università degli Studi di Cagliari se ocupó de la expedición científica integrada por Giacomo Bove, Domenico Lovisato, Carlo Luigi Spegazzini y Luis Piedrabuena que, entre 1881 y 1882, recorrió la costa atlántica hasta el canal de Beagle. Además de relatar los logros de la misión, Nonnoi dio cuenta del entramado complejo de relaciones entre científicos y marineros italianos y argentinos que la integraron, y enfatizó especialmente la trayectoria de Lovisato, el geólogo que había luchado con Garibaldi, que luego de su viaje patagónico recaló como profesor en Cagliari.

El tema de las expediciones científicas fue retomado también en el panel sobre Europa y otros mundos, con la ponencia de Marcelo Figueroa (UNT/ISES/CONICET) acerca de los modos de estudiar el viaje de Alejandro Malaspina. Luego, Andrés Freijomil (UNGS), María Juliana Gandini (UBA) y Malena López Palmero (UBA/UNSAM/CONICET) abordaron distintos aspectos de la producción bibliográfica que acompañó la expansión ultramarina (la poética, la traducción y la representación visual). A su turno, Ana Hosne (UNSAM/IEA París), aggiornando una vieja preocupación warburguiana, se preguntó por la posibilidad de hacer una historia global de la melancolía analizando los espacios misionales y, aunque no encontró diálogos con conceptos equivalentes de otras culturas, destacó la frecuente caracterización de los líderes jesuitas como atrabiliarios. Para cerrar la mesa, Carolina Martínez (UBA/UNSAM/CONICET) trajo nuevamente a colación a la mítica Tule en un estudio sobre las representaciones cartográficas del Polo Norte en una utopía de principios del siglo XVIII.

Al día siguiente, el programa comenzó con una conferencia de Roger Chartier sobre la traducción: una práctica a la cual –como recordó– Burucúa le dedicó mucho tiempo, pues la considera una experiencia formidable para la historiografía. Con el título “Traducir lo intraducible. Castiglione y Gracián”, Chartier abordó la relevancia historiográfica de estudiar la traducción, y por otro lado, el problema de lo intraducible deteniéndose en algunos casos particulares, como el uso del término sprezzatura por Baltasar Castiglione en Il Cortegiano y el cambio de título que sufrió el Oráculo manual y arte de prudencia, de Baltasar Gracián, que en la versión francesa de Amelot de la Houssaie se convirtió en L’homme de cour.

El tercer panel expuso la fertilidad de las contribuciones de Burucúa a la historia moderna europea. Juan Pablo Bubello (UBA) y Juan Vallejos (UNSAM/CONICET) dieron cuenta de la relevancia de las categorías warburguianas que aquel introdujo en la academia local para el estudio del esoterismo y la danza, respectivamente. Marta Madero (UBA/UNGS) abordó un aspecto de la historia del libro al tratar la distinción del jurista François Hotman entre la dimensión material e intelectual del texto. Por su parte, Santiago Peña (UBA/Université de Paris IV-Sorbonne/CONICET) conectó el estudio de Burucúa sobre las lecturas políticas del mito de Ulises en la época de los Valois con la historia trágica de tres humanistas protestantes franceses. Por último, Silvina Vidal (UNSAM/CONICET) analizó cómo la recontextualización de preceptivas históricas en el Artis historicae Penus (1579), una antología de inspiración ramista compilada por Johannes Wolf y Pietro Perna, supuso una defensa de la práctica historiográfica frente al avance del escepticismo en el Renacimiento tardío.

Por la tarde, Fernando Bouza Álvarez dictó la conferencia “Cuerpo de libro, vida del texto. Fisiología de la escritura en la alta modernidad ibérica”, en la que trazó un recorrido “a la manera de Burucúa” por las metáforas organicistas que equipararon los libros con cuerpos y a las personas con libros. En un tour de force de erudición, el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid atravesó los tópicos del libro como hombre (compuesto por miembros, hijo de su autor, desarrollado a partir del embrión manuscrito y disfrazado por su traductor), de los manuscritos sin borrones de Teresa de Jesús, de la incapacidad de leer las obras desmembradas, el tema humanista de la lectura como alimentación, el más antiguo de la tinta como sangre, hasta arribar al del manuscrito interior que es descubierto y volcado hacia afuera por el escritor.

A su término, Martín Ciordia (UBA/CONICET) inauguró el último panel, sobre historia y letras, dedicado por entero a temas renacentistas: la Fortuna en Poggio Bracciolini, los tapices de Vermeyen sobre la campaña de Túnez de Carlos V (Karina Galperín, UTDT), los términos indefinidos en el Vocabolario degli Accademici della Crusca (Mariana Lorenzatti, UBA), la comedia El empresario, de Gian Lorenzo Bernini (Nora Sforza, UBA/ISP “Joaquín V. González”) y el saber y la risa en León Battista Alberti (Mariana Sverlij, UBA/CONICET).

La conferencia de cierre, a cargo de Fernando Devoto, llevó por título “La historia, la memoria, la anticuaria. Conjeturas extravagantes en torno a la historiografía en las últimas décadas”. Tomando distancia de diagnósticos recientes como los de Serge Gruzinski, Patrick Boucheron, Jo Guldi y David Armitage, sobre el estado actual de la historiografía,3 Devoto abordó la relación siempre tensa de los historiadores con otros actores que se ocupan del pasado: los memorialistas y los anticuarios. Abrevando en una serie de textos de Arnaldo Momigliano sobre la anticuaria –especialmente en un artículo célebre publicado en la revista del Instituto Warburg en 1950–4 sugirió la necesidad de combinar una recuperación de las prácticas filológicas y anticuarias con una reflexión sobre las condiciones de posibilidad del conocimiento histórico.

Luego de finalizadas las jornadas propiamente dichas, los especialistas invitados participaron de otras actividades que convocaron a públicos más amplios. El viernes, en la sede de la UNSAM del edificio Volta, Giancarlo Nonnoi dictó una conferencia titulada “A continued discourse. Ephraim Chambers e l’enciclopedismo prima dell’Encyclopédie”. Por su parte, Roger Chartier ofreció dos presentaciones en el marco de la exposición 1616. Shakespeare/Cervantes de la BN: “Shakespeare y Cervantes. Encuentros soñados, encuentros textuales”, el sábado, y “Geografía cervantina. Obras, libros, mapas”, el lunes. Ese mismo día más temprano, Fernando Bouza Álvarez había expuesto “‘En la red de ver’. Estrategias visuales en el Siglo de Oro ibérico entre palabras e imágenes”, en la sede del instituto TAREA-IIPC.

No obstante, el evento que convocó al público más amplio fue el diálogo abierto que sostuvieron José Emilio Burucúa y Carlo Ginzburg en la BN. Su conversación discurrió por el modo en que Internet impactó en sus prácticas y reflexiones historiográficas, por la secularización y el recrudecimiento de las reacciones violentas en su contra, y culminó con sus apreciaciones acerca del papel desempeñado por el papa Francisco en el escenario político y religioso internacional. En la ronda de preguntas, Ginzburg se explayó sobre el avance de las nuevas tecnologías en el ámbito privado, sobre sus discrepancias con Franco Moretti respecto del método de la lectura distante –cuyos resultados Burucúa elogió–, y sobre su discusión con Roger Chartier acerca de la dicotomía entre el estatus del texto y el de la imagen en las sociedades occidentales.

El ciclo de actividades culminó el martes 22 con la entrega del título de doctor honoris causa de la UNSAM a Carlo Ginzburg. El acto comenzó con un discurso del rector Carlos Ruta, siguió con la laudatio, a cargo de Nicolás Kwiatkowski, y finalizó con la lectio magistralis de Ginzburg titulada “Los benandanti: cincuenta años después”. Con un tono autobiográfico, su exposición exploró los motivos personales e historiográficos que lo llevaron a estudiar la caza de brujas desde el punto de vista de sus víctimas y, aplicando sus métodos de indagación a sí mismo, destacó algunas influencias sobre las que no era consciente cuando escribió su libro de 1966.

Las Jornadas Internacionales “Encrucijadas del saber histórico fueron un testimonio de la fertilidad de la labor intelectual de José Emilio Burucúa. En las múltiples manifestaciones de afecto y agradecimiento que se sucedieron durante esa semana, hubo una recurrente mención a la generosidad del profesor, no solo para enseñar y aconsejar, sino también para abrirles puertas a los investigadores que formó. El evento fue una renovación de ese voto de generosidad pues, para celebrar la trayectoria del maestro, reunió a un grupo excepcional de especialistas locales e internacionales, y fue una oportunidad para el diálogo y el aprendizaje de todos los participantes. Parafraseando a Virgilio: las próximas generaciones recogerán el fruto.

1.

Los suplementos culturales de los principales diarios aprovecharon la ocasión para entrevistar a Ginzburg y Chartier. Véanse: Alejandra Varela. “Lectura y escritura en el cambio de época”, entrevista a Roger Chartier, Revista Ñ, 22 de noviembre de 2016; Federico Kukso. “Carlo Ginzburg, tras las huellas de los olvidados de la historia”, entrevista a Carlo Ginzburg, Suplemento Ideas, La Nación, 27 de noviembre de 2016; Ana Prieto. “Carlo Ginzburg y las huellas de la microhistoria”, entrevista a Carlo Ginzburg, 29 de noviembre de 2016; Alberto Manguel. “La asociación de ideas como técnica”, Revista Ñ, 29 de noviembre de 2016; Fernando Bogado. “Dos hombres y un libro interminable”, entrevista a Roger Chartier y Carlo Ginzburg, Pagina/12, 24 de diciembre de 2016.

2.

El libro, hallado en la Biblioteca Furt, fue traducido y editado por Burucúa: Bertrand de la Coste. No engañéis más a nadie, o continuación del despertador de los pretendidos sabios matemáticos de la Academia Real de París: donde los curiosos encontrarán de qué divertirse e instruirse, Estudio introductorio, traducción y notas por José Emilio Burucúa. San Martín, UNSAM EDITA, 2010.

3.

Respectivamente Serge Gruzinski. L’Histoire, pour quoi faire? Fayard, Paris, 2015; Patrick Boucheron, “Ce que peut l’histoire”, lección inaugural, Collège de France, 17 de diciembre de 2015 y Jo Guldi y David Armitage. The History Manifesto. Cambridge, Cambridge University Press, 2014.

4.

Arnaldo Momigliano. “Ancient History and the Antiquarian”, Journal of the Warburg and Courtauld Institutes, Vol. 13, Nº 3/4, 1950, pp. 285-315.