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Fotografiando en América Latina: Ensayos de Crítica Histórica

José Antonio Navarrete
Montevideo, cdf Ediciones, 2017, 2da edición
280 pp.

por Agustina Lapenda11. UBA-IDAES/UNSA (…)

Hasta casi finales del siglo xx, la historia del surgimiento y desarrollo de la fotografía en la mayoría de los países no occidentales fue ignorada por la historiografía dominante, establecida en los países capitalistas centrales (Estados Unidos, Francia, Alemania, Inglaterra). En nuestro continente, en particular, dicha situación llevó a que algunos investigadores22. Néstor García (…) comenzaran a indagar y trazar narrativas locales, preguntarse cómo se analizan y consumen las fotografías latinoamericanas, de qué presupuestos y parámetros debería partirse al escribir la historia de la disciplina, y qué ideología reproducen y legitiman dichos estudios. Tal ejercicio de descentramiento supuso un cuestionamiento de las categorías y criterios valorativos definidos en las metrópolis y una redefinición de la(s) trayectoria(s) de la fotografía, que ensanchó el terreno de lo historiable involucrando regiones sistemáticamente desestimadas del relato hegemónico, tal como América Latina, Asia, África. En tal sentido, investigar la historia de la fotografía en nuestra región implica, para José Antonio Navarrete, un acto de descolonización.

Fotografiando en América Latina: Ensayos de crítica histórica es el primer título de la colección “Reflexiones sobre fotografía latinoamericana: textos fundamentales”, editada por el Centro de Fotografía de Montevideo (Uruguay) con el objetivo de recuperar y fomentar la circulación de producciones locales, acercando al público textos relevantes por su contribución al campo de los estudios y al pensamiento crítico sobre fotografía en la región.

Esta segunda edición, de 2017, es una versión revisada y ampliada de la publicada originariamente en 2009 por la Fundación para la Cultura Urbana de Caracas (Venezuela). El volumen compila un conjunto de trece textos concebidos como seminarios, conferencias, ponencias, publicaciones especializadas, y un cuerpo de 62 ilustraciones procedentes de más de veinte colecciones privadas y acervos institucionales de Europa, Estados Unidos y América Latina. Dicho material es resultado de una exhaustiva investigación sobre fotografía latinoamericana del siglo xix y comienzos del xx, sostenida por el autor durante un período aproximado de diez años.

El libro se organiza en cuatro secciones. La primera de ellas define y sitúa una de las problemáticas exploradas a lo largo de todo el volumen: la constitución, orientación y modos de legitimación de los estudios sobre fotografía. “Adiós, Mr. Newhall”, texto que conforma dicha sección, propone una revisión del modelo historiográfico imperante: eurocéntrico y con sus raíces en la historia del arte. Los orígenes de tal interpretación –explica Navarrete– se remiten a Beaumont Newhall, historiador del arte y curador de la primera muestra retrospectiva de fotografía en un museo de arte (Photography: 1839-1937, moma). Su perspectiva obtuvo gran aceptación y funcionó como guía de las subsiguientes versiones de la historia “universal” de la fotografía.

Delineado el derrotero que llevó a la extensión del paradigma y los cánones de las bellas artes en la disciplina fotográfica, el autor se propone desmontar dicho enfoque. Para ello, rescata las voces de teóricos que, tempranamente, pensaron la disciplina en un sentido más amplio, desplazándose desde el espacio discursivo del arte y la estética hacia otros ámbitos discursivos (política, sociedad, filosofía): Walter Benjamin, Rosalind Krauss, Gisèle Freund, Robert Taft.

Haciendo eco de estos apartamientos tempranos del modelo historiográfico mainstream y, a su vez, examinando las particularidades de los países de nuestra región, el libro recorre una variedad de discursividades –mayormente de carácter sociopolítico– que circularon en el entramado social latinoamericano hacia finales del siglo xix y comienzos del xx. De este modo, examina cómo la fotografía ha tomado parte en la configuración y circulación de determinados discursos en la sociedad, tema al que se aboca la subsiguiente sección del libro.

“Construir la nación, construir los sujetos”, segunda parte del volumen, se compone de seis ensayos que exploran las especificidades de la fotografía en la experiencia latinoamericana durante el período temporal señalado. La metodología de análisis aquí empleada supone una exploración, articulación y examen crítico no solo de los registros fotográficos de la época, sino también de otras producciones tanto visuales como textuales, así como los medios y soportes en que estas circularon (revistas ilustradas, tarjetas postales, periódicos, entre otras). En paralelo a esto, se revisan las historias y contextos locales en que se dieron dichas producciones. Tal modo de encarar los objetos de estudio permite al autor rescatar la dimensión sociopolítica de la fotografía y evaluar a qué intereses respondieron, legitimaron o confrontaron los cuerpos de trabajo analizados.

Como bien anticipa el título de la sección, una de las principales cuestiones que atraviesa el discurso fotográfico latinoamericano de finales del siglo xix y comienzos del xx es la constitución de las naciones y sus respectivos sujetos e identidades. Navarrete aborda esta problemática desde diversas aristas que confluyen en el objetivo mayor de estudiar las implicaciones de la fotografía en los entonces nacientes proyectos nacionales de nuestro territorio y el modo en que las elites se valieron de las imágenes para legitimarlos: la identidad de los nuevos sujetos sociales y sus modos de representación –“Las buenas maneras”–, la construcción de los tipos populares dentro del imaginario nacional –“Del tipo al arquetipo” y “Entre el barracón y la calle”–, la figura del indígena y el desarrollo de nuevas disciplinas orientadas a su estudio –“Arqueología, antropología y evangelización”–, el proceso de industrialización, modernización e inserción de los nuevos Estados nacionales en la división internacional capitalista del trabajo –“El rostro del trabajo”–.

Si bien es cierto que algunas de estas cuestiones han sido con frecuencia examinadas en la bibliografía regional, cabe destacar que varios de los textos aquí recopilados datan de fines del siglo pasado, lo cual indica que el propio autor fue parte activa en la constitución de una perspectiva crítica dentro de la disciplina y que su intento por pensar la fotografía latinoamericana como un todo, analizando paralelamente las experiencias y desarrollo del fenómeno en los distintos países del continente, implicó un gesto innovador.

Los “Ensayos diversos”, que conforman la tercera parte del libro, presentan otro modo en que se expresa la postura del autor en favor de una historia de la fotografía que responda a intereses periféricos y vernáculos. En este caso, propone una relectura del rol que tuvieron determinados actores foráneos en su paso por el territorio latinoamericano, así como una observación crítica de las representaciones fotográficas realizadas por estos y sus respectivas condiciones y situaciones de producción. También en este caso, la propuesta se concentra en discursos alejados de la intencionalidad artística como motivación primaria.

Navarrete examina particularmente la labor de Eugenio Courret en Perú; Charles D. Fredricks en La Habana; Eadweard Muybridge en su extenso viaje por América Latina; Camillus Farrand y Rafael Castro y Ordóñez en Ecuador; las misiones salesianas en la Amazonia ecuatoriana. Destaca el hecho de que una parte significativa del trabajo de estas figuras ha sido desestimada de sus respectivas biografías por la narrativa histórica dominante, al no responder a sus intereses. En algunos casos, incluso, las trayectorias y obras de ciertos personajes no han sido en absoluto investigadas en sus países de origen, tal como sucede con Farrand. Otro ejemplo de esto son las fotografías tomadas por Muybridge en nuestra región, prácticamente ignoradas o desconocidas en las publicaciones e instituciones norteamericanas.

En consecuencia, la propuesta desplegada en esta sección del libro recoge y expone discursos silenciados por la historia hegemónica, poniendo en evidencia, a la vez, aquellas operaciones que llevaron a su ocultamiento. Asimismo, Navarrete subraya la relevancia de atravesar tales omisiones, problematizando y discutiendo las producciones de estos fotógrafos en clave local.

Es así que, a partir de la selección de estos casos de estudio, el autor se pregunta cómo y con qué intención fueron fotografiados el territorio, sus sociedades y los diversos sujetos que allí habitaban. ¿En qué sistema(s) de representación se insertan las imágenes tomadas por los actores extranjeros que viajaron a estas latitudes y a qué modelos de visualidad responden? ¿Con qué otras producciones dialogan? ¿Bajo qué criterios se realizó la elección de los objetos/sujetos fotografiados? ¿Quiénes fueron sus comitentes? Siguiendo el hilo de tales preguntas, irrumpen representaciones construidas desde la óptica cultural dominante: imágenes destinadas al consumo simbólico del “otro” periférico, interpretaciones desproblematizadas de la realidad latinoamericana, registros de la región, los habitantes y las tareas allí realizadas en vínculo con la política expansiva de los Estados hegemónicos y sus empresas comerciales. En síntesis: fotografías que expresan intereses y estereotipos propios de los países centrales. ¿Qué papel asumieron, entonces, el medio, la práctica y la producción fotográfica en el marco de los procesos de “modernización” y “desarrollo”, financiados por capital extranjero en los nuevos Estados nación de América Latina? ¿Cuál fue el rol de la fotografía en la difusión de valores ideológicos que recorrían el tejido social en aquella época?

Gran parte de los proyectos fotográficos consumados por extranjeros estuvieron –tal como explica el autor– “en los orígenes del proceso de constitución en Latinoamérica del archivo fotográfico entendido como procedimiento cultural de registro, ordenamiento, clasificación y valorización, mediante el uso de la fotografía, de los escenarios naturales y espacios urbanos, de los sujetos y las diferentes prácticas” (p. 166). De allí, también, la importancia de elucidar los intereses e ideologías a los que dichos registros, y sus correspondientes catalogaciones, respondieron.

Finalmente, el artículo que conforma el apéndice –cuarta y última sección del libro– vuelve sobre el problema de la configuración/invención disciplinaria de la historia de la fotografía, ya planteado en la primera parte, pero esta vez con un énfasis mayor en el caso latinoamericano. Así, se esboza un recorrido que va desde los primeros modos de circulación de la fotografía y conformación de colecciones incipientes hasta la creación de revistas especializadas, institutos y fototecas. Al mismo tiempo, el artículo hace un repaso por los actores que dieron origen a las historias de la fotografía locales, a partir de una exhaustiva investigación bibliográfica de artículos publicados en periódicos, revistas, catálogos, ponencias, presentaciones, diálogos, informes.

En suma, los trece artículos reunidos en Fotografiando en América Latina: Ensayos de crítica histórica componen un valioso aporte a la configuración y estudio de la historia de la fotografía a nivel regional, buscando no solo rescatar los sentidos originales de aquellos cuerpos de trabajo excluidos por la literatura dominante, sino también reflexionar sobre los objetivos a los que responde la circulación y consumo actual de dichas producciones, dirigiendo la mirada hacia el presente. La exploración del fenómeno fotográfico a través de ámbitos discursivos alejados del paradigma de las artes –la fotografía como medio tecnológico, como mecanismo de control social, como forma de legitimación política– permite a Navarrete, orientado por su voluntad de ofrecer un descentramiento historiográfico crítico y descolonizador, dar cuenta de especificidades propias del desarrollo de la problemática en América Latina.

1.

UBA-IDAES/UNSAM.

2.

Néstor García Canclini, Fernando Castro, José Gómez Sicre, Boris Kossoy, Franklin Guzmán, Josune Dorronsoro, Alejandro Castellanos, Miguel Ángel Cuarterolo, Juan Gómez, Luis Priamo, Abel Alexander, María Eugenia Haya y el propio José Antonio Navarrete, entre otros.