Una breve historia de la restauración de las artes plásticas en la Argentina (1880-2004)
Palabras clave:
restauración, conservación, historia del arte, coleccionismo, museos, artes plásticas, patrimonio cultural, universidadesResumen
La historia de la restauración de las artes plásticas en la Argentina posee escasos antecedentes debidamente documentados. Es alrededor de la actividad de los primeros coleccionistas y de los museos, donde pueden rastrearse las primeras informaciones. A pesar del notable desarrollo cultural en las primeras décadas del siglo XX, el país no aprovechó aquellas circunstancias favorables para instaurar un programa pionero, en América Latina, de preservación del patrimonio sobre bases científicas. Recién en 1956, con Juan Corradini en el Museo Nacional de Bellas Artes, se inaugura el primer taller de restauración con métodos actualizados. La edición de los catálogos razonados del Patrimonio Artístico Nacional de la Academia Nacional de Bellas Artes, a cargo de Héctor Schenone, sentó las bases para la creación de la Fundación Tarea, en 1987, en asociación con la Fundación Antorchas. Tarea fue la primera institución sólidamente organizada, donde se concretó el trabajo interdisciplinario entre la restauración, la historia del arte y las ciencias naturales. Las investigaciones de Alicia Seldes sobre los pigmentos de la pintura colonial andina hicieron florecer los estudios sobre la historia del arte latinoamericano. Gracias a la visión y generosidad de José Emilio Burucúa, la Universidad Nacional de San Martín ganó la licitación internacional promovida por la Fundación Antorchas en 2004, para adjudicar el Taller Tarea. A partir de este hito fundamental, la conservación del patrimonio se insertó como disciplina académica en el ámbito universitario, confirmada anteriormente en el año 2000, con la creación de la primera carrera de grado de restauración, en el Instituto Universitario Nacional de Arte –actualmente Universidad Nacional de las Artes (UNA)–.