Carl Schmitt no fue solo un teórico de lo “político”, sino también un diagnóstico de su “tiempo”. Realpolitik y Deutsche Wissenschaft contra el neutralismo espiritual de la modernidad. Crítica de la secularización de la que nació el Estado moderno. Era preciso reconsiderar el Estado a partir de la condición [status] del pueblo alemán: es aquí donde reside lo político, con su contenido intrínseco de hostilidad, consistente en la designación del enemigo dentro del Estado. Crítica al Estado de derecho liberal decimonónico. En la Verfassungslehre, Carl Schmitt intenta justificar la transición al nuevo Estado en términos de continuidad histórica y lógica. Aquí se observa también la referencia a Sieyès, con la cual él cierra el círculo del constitucionalismo liberal. Poder constituyente y poder constituido se han fusionado en una sola realidad: aquella del Estado-movimiento-pueblo, propia del nazismo. Es el “Estado de derecho de Adolf Hitler”. Después de Schmitt, me parece imposible cualquier tipo de restauración del constitucionalismo y del Estado de derecho. Habrá que pensar un nuevo tipo de constitucionalismo: atento a la nueva dimensión global y a la vieja dimensión administrativa de la política, basado también en la autonomía de las fuerzas locales. Podría emerger una nueva forma de federalismo.