El ensayo vincula la recuperación de Schmitt en la cultura italiana de los años setenta y ochenta con la necesidad teórico-política de instrumentos conceptuales para pensar los límites y las aporías de la modernidad y de la correlativa teorización, racionalista y dialéctica, de la política. La raíz del potencial conceptual que posee el pensamiento de Schmitt se reconoce en la capacidad de asumir la falta de fundamento de la modernidad y la desconexión entre la razón y la realidad, no como una capitulación, sino como una fuente de la energía creativa y conflictual que atraviesa la política. A pesar de que ha sido capaz de proporcionar una renovada libertad intelectual frente a los esquemas interpretativos ahora agotados, el pensamiento de Schmitt, sin embargo, no puede adjuntarse a un marxismo posgramsciano ni ser separado de la categoría de soberanía. Epimeteo más que Prometeo, Schmitt permanece dentro de la modernidad, atrapándola en su ocaso: piensa en la explosión del Estado, pero no en su alternativa. En relación con el presente, y sin caer en fáciles resonancias entre la actual crisis de la conceptualidad liberal-democrática y la crítica schmittiana de la modernidad, resulta útil reconocer la persistencia de aquella “fase intermedia” que Schmitt había advertido en los años treinta, y utilizar el poderoso aparato conceptual que nos ha legado, para fabricar uno nuevo.