Este breve ensayo constituye un ejercicio pedagógico destinado a demostrar la importancia de la crítica conceptual para la comprensión histórica del derecho. Para ello, aborda como caso paradigmático el análisis de un término aparentemente inocuo, que se presenta casi como imprescindible en cualquier vocabulario jurídico y que suele aplicarse de modo acrítico a todo tiempo y lugar: el concepto de legislación. Se pretende demostrar que las tres acepciones posibles de dicha palabra —legislación como conjunto de leyes, como ciencia y como actividad productora de normas— sólo cobran relevancia en el léxico español en el contexto de transformación política de la cultura jurídica europea de finales del siglo XVIII y principios del XIX, señalando así los consecuentes matices que pueden verse implicados en su uso atemporal.